Un viaje a las Islas Shetland: El sur de Mainland y Lerwick
El día más corto del año en Lerwick el sol, cuando hay suerte y puede escaparse de entre las nubes, apenas regala cinco horas y medio de luz. Este es el contexto en el que se celebra el ‘Up Helly Aa’ un festival de raíces muy antiguas rescatado en el siglo XIX. La ‘noche de las antorchas’ se celebra poco después del día de Navidad para despedir al año que se va y dar la bienvenida al año que se viene. Lo que se inició como un rito de fuego para recordar las viejas costumbres paganas de las islas del norte se ha convertido en una ‘fiesta vikinga’ en la que el clímax se produce cuando se pega fuego a la reproducción de un drakar de tamaño real. La fiesta se ha convertido en el símbolo de las Shetlands y en un reclamo turístico de primer orden en un momento del año en el que las condiciones climáticas no invitan precisamente a lanzarse hacia ese norte que tanto nos fascina. Hoy este ritual que hunde sus raíces en los ritos de cambio de estación de las religiones nórdicas se ha convertido en un festival que se celebra el último martes de enero con desfiles, música, toneladas de cerveza, disfraces… Y fuego.
Las Shetlands (literalmente tierra de ovejas) sitúan los límites norteños de Escocia en latitudes extremas. En Lerwick, la capital de Mainland (isla principal), están mucho más cerca de la ciudad de Bergen (en Noruega) que de Edimburgo. Para llegar hasta aquí hay que saltar sobre el mar un par de horas en pequeños aviones turbohélice que convierten el tedioso trámite del vuelo en una aventura a pequeña escala. La puerta de entrada del Archipiélago es el Aeropuerto de Sumburgh desde donde la compañía Logan Air conecta las islas con Edimburgo, Glasgow, Inverness, Aberdeen y Kirkwall (en Las Órcadas). La otra opción, mucho más aventurera (y lenta) es navegar doce horas por el Mar del Norte entre Aberdeen y Lerwick (Northlink Ferries) y llegar a la isla como un vikingo del siglo XXI (hasta con coche). Pero lo más normal es ir por aire y aterrizar en el extremo sur de Mainlad. Por eso en esta ruta (iconos azules en el mapa) te proponemos una ruta por esta parte de la isla para empezar a disfrutar de todo lo que hay que ver en Shetland.
Sumburgh: los pictos y los vikingos.- Cuando uno llega a Mainlad por avión se encuentra con un paisaje de amplios prados en bahías imposibles con playas de aguas muy limpias y arena muy blanca: no hay un solo arbol. Una pasada vamos. Estamos en el extremo meridional de las Shetlands; a casi 40 kilómetros de Lerwick. Un paraje que a primera vista parece solitario pero que atesora una buena parte del legado histórico de la isla. Ahí junto al mismísimo aeropuerto te encuentras la preciosa playa de West Voe (A-970) una de las más bonitas y grandes del archipiélago. No es casualidad que en torno a este playazo de aguas gélidas se encuentren dos de los yacimientos arqueológicos más notables de los que hay que ver en Shetland: la villa de la Edad de Hierro de Old Scatness Broch, una complicada red de casas circulares y restos de torres circulares que parecen un laberinto, y el asentamiento de Jarlshof (A-970), un lugar que permite rastrear más de 4000 años de historia de la isla. Jarlshof es uno de los puntos clave para entender las Shetlands: aquí se puede ver como las sociedades pictas que construyeron ‘los Broch’ (con sus cabañas redondas) dieron paso a los poblados noruegos tras la conquista vikinga (casas con grandes salones). Sumburgh head y los frailecillos.- En el extremo sur de la isla puedes visitar un viejo faro que compagina su labor como guía de navegación con la de centro de interpretación sobre la naturaleza de los litorales de las islas. Aquí nos encontramos con una de las colonias de frailecillos más grandes.
El sur de la isla está cuajado de lugares de interés histórico y etnográfico. Lo ideal para explorar las islas más importantes del archipiélago lo ideal es el coche de alquiler que te va a permitir ir y venir en pequeños paseos (en muchas ocasiones de pocos minutos entre lugar y lugar). Siguiendo hacia la capital nos encontramos con The Shetland Crofthouse Museum (A-970), un interesante museo etnográfico que ocupa varias cotages históricas que datan del siglo XVII y ya a medio camino entre el aeropuerto y la capital están las Piedras de Catpund (A-970) una antigua mina vikinga que supo extraer el ‘kleber’, una piedra a base de talcos muy fácil de tallar pero que al calentarse se vuelven muy duros e impermeables. Hay huellas de la presencia humana por todos lados: viejas iglesias, brochs prehistóricos, granjas vikingas… Pese al aspecto salvaje, las Shethands están totalmente antropizadas desde hace milenios. Y las huellas de tantos siglos de actividad humana están por todas partes.
San Ninian y las Playas del Suroeste.- Siguiendo esta ruta ‘lógica’ desde el aeropuerto hasta la capital de la isla hay que detenerse en las preciosas playas del suroeste. La gran atracción visual de la zona es San Ninian Beach, una lengua de arena blanquísima que une Mainland con la pequeña isla de San Ninian, donde puedes ver los restos de una iglesia medieval y unos curiosos nacientes de agua casi a ras de mar. Pero en el entorno de San Ninian hay otros parajes encantadores para visitar: Scousburgh Sands; Rerwick Beach y Spiggie Beach y su espectacular lago.
El primer parlamento de la isla y una capital maldita.- Antes de ir a pasear por Lerwick hay que detenerse en dos lugares. El primero es el Loch Tingwall, un lugar de gran importancia simbólica para los isleños ya que aquí se celebraba el parlamento donde se reunían los notables vikingos para discutir temas de interés común y las leyes. La asamblea se celebraba en una pequeña península que aún puedes ver en el norte del lago (Law Ting Holm). Muy cerca hay una iglesia que lleva el nombre de Tingwall Kirk que data de la Edad Media y custodia el cementerio histórico más importante de toda Mainland.
A dos pasos de aquí se estableció la primera capital de Mainland: Scalloway. Esta es la segunda población de Mainland en importancia y fue la cabeza de Shetland hasta que se trasladó la capital a Lerwick en el siglo XVI. Aquí se encuentra el Castillo de Scalloway (Castle Street), el más grande e imponente de toda la isla. Y también el más denostado por la población. Scalloway cayó en desgracia por la tiranía ejercida por Patrick Stewart más conocido por estos lares como ‘Black Patie’, conde de las islas y ejecutado en 1615 no por su pésimo gobierno sobre las islas, sin por liderar una revuelta contra la corona escocesa. El pueblo es hoy un importante núcleo pesquero dedicado al arenque y al bacalao. En el Scalloway Museum (Castle Street) puedes conocer la historia del ‘Shetland Bus’ –Autobús de las Islas Shetland-, una ruta clandestina entre Escocia y Noruega durante la ocupación alemana del país nórdico. Esta ruta sirvió como punto de enlace entre los ingleses y la resistencia noruega y jugó un papel muy importante durante el conflicto mundial. El museo es muy interesante.
Una pequeña guía de Lerwick.- The Lodberrie (Comercial Street) es una de las estampas más reconocibles de este pequeño pueblo de pescadores que desde el siglo XVII ejerce de capital de la isla. Este conjunto de casas de piedra sobre una minúscula playa de arenas claras no sólo es una postal más que notable por su belleza. Pero también son una de las imágenes televisivas más potentes del Reino Unido: la casa del inspector Jimmy Pérez, un policía que resuelve crímenes en las islas en una serie de televisión (Shetland). En torno a Comercial Street y The Splanade (el viejo puerto) se arremolinan las casas del viejo Lerwick que se extiende hasta los muros del Fort Charlotte (Comercial Street, 179), una vieja fortaleza cañonera del XVII construida para entorpecer el paso de los hoandeses por el mar del norte.
La ciudad es pequeña y se recorre con mucha facilidad. El eje histórico de Comercial Street (donde puedes ver muchas tiendas donde comprar los famosos jerséis de lana de las Shetlands) se cierra al oeste con la calle Hill Head, que sirve de límite a la ciudad antigua. Entre estas dos calles está casi todo lo que hay que ver: Market Cross; Lerwick Sheriff Court (King Erik Street); la vieja Iglesia Episcopal (Greenfield Place, 14)… El otro centro patrimonial es el Hay’s Dock (acceso por Comercial Street), el pequeño puerto de piedra que sirvió de base para la potente flota arenquera del lugar.
Aquí puedes visitar el Museo y Archivo de Shetland (Hay's Dock), un museo chiquito pero matón. Aquí se atesora el legado documental e histórico del archipiélago. Sólo por ver las colecciones arqueológicas y las exposiciones navales merece mucho la pena acercarse hasta aquí. También a dos pasos del Hay’s Dock tenemos el Up Helly Aa Exhibition (St Sunniva Street), un pequeño centro de interpretación que explora los orígenes y la historia reciente del festival más famoso del norte de Escocia. Otro imperdible del Hay’s Dock es The Mareel (Mitchel’s Road), un moderno centro cultural sobre las aguas del viejo puerto –ojo a la programación de cine-.
Broch de Clickimin, una de las fortalezas prehistóricas mejor conservadas de la isla (South Road, 38).- La cantidad de yacimientos arqueológicos de todo tipo que hay diseminados por todo el Archipiélago es asombrosa. Y uno de los mejores está en pleno Lerwick. El Broch de Clickimin es una imponente torre circular rodeada de murallas que estuvo habitado entre el 1000 antes de Cristo y el 500 de nuestra era, apenas unos cientos de años antes de que llegaran los primeros hombres del norte. Este lugar es increíble. Aún pueden verse los corredores, los túneles que comunican las diferentes estancias y la gran torre central, la más alta de la isla.
Un par de pubs interesantes en Lerwick.- Una de las mejores experiencias viajeras de Escocia es acercarse a alguno de los pubs del pueblo o ciudad dónde te alojes y dejarte llevar por la música local y el ambiente. El pub con más solera de la ciudad es Douglas Arm (Comercial Street, 67) donde aparte de beber y comer algo puedes disfrutar de veladas de música tradicional en vivo. El otro pub recomendable de Lerwick es The Lounge Bar (Mounthooly Street, 4).
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