Aurinka Internacional depositó el pasado jueves en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 4 y de lo Mercantil de Ciudad Real el importe total, hasta siete millones de euros, con el que se consuma la compra definitiva de las antiguas instalaciones de Silicio Solar en Puertollano (Ciudad Real). La operación, cerrada casi un mes antes de que se cumpliera el plazo otorgado por el magistrado en el contexto del proceso concursal de Silicio Solar, otorga a Aurinka la plena posesión de la fábrica para convertirla en una planta piloto de fabricación de polisilicio para obleas fotovoltaicas.
Según ha informado a Europa Press el gerente de Aurinka, Benjamín Llaneza, lo que resta ahora es el registro de la compra, así como los trámites administrativos relacionados con permisos y licencias, si bien la sociedad prosigue a buen ritmo sus trabajos de acondicionamiento de la planta con el objetivo de que entre en plena producción en junio de 2017.
En este sentido, Llaneza ha puntualizado que, a pesar de “pequeños retrasos”, el plan de actuación no ha variado. Así, a las tareas de limpieza industrial y desbroce se han unido desde hace 20 días los trabajos de ingeniería. Si todo sale según lo previsto, una vez seleccionadas las ofertas, las obra podría concluir en el último trimestre de 2016, lo que permitirá la instalación de las máquinas en el primer trimestre de 2017 y la entrada en fase de producción a partir de junio de ese año.
Llaneza ha agradecido la colaboración de la Junta de Comunidades y del Ayuntamiento de Puertollano en todo el proceso de compra, si bien ha advertido de que aún no ha conseguido por escrito una notificación de la Tesorería General de la Seguridad Social por la que renuncie a sus pretensiones en el seno del proceso concursal, como es el cobro de 12 millones de euros adeudados por Silicio Solar. A este acuerdo se ha llegado de “manera informal”.
Una planta piloto de última tecnología
El proyecto prevé una inversión de entre 60 y 100 millones de euros y aspira convertir a Puertollano en la sede de una planta piloto donde se desarrollaría la tecnología impulsada por Aurinka en colaboración con la Universidad de Oviedo para la elaboración de obleas que puedan competir con el mercado asiático.
La producción estimada sería de unas 3.000 toneladas anuales, y Llaneza estima que, en función de cómo se desarrolle el proyecto, se generarían entre 400 y 600 puestos de trabajo. En su auto de adjudicación, el magistrado concedía un plazo máximo de dos meses a partir del 1 de junio de 2016 a la compradora provisional para el abono del toltal de la cantidad ofrecida y llevar a cabo la escritura notarial. Llegado el momento, el magistrado dictará el auto final de sanción de la adjudicación y cancelación de cargas.