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Recuperar especies autóctonas y restaurar el ecosistema es vital para que Las Tablas de Daimiel sigan existiendo

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El Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) propone en un informe una serie de medidas de actuación para revertir la degradación del emblemático itinerario de las pasarelas de Las Tablas de Daimiel, conocido como de la Isla del Pan. Entre las actuaciones se encuentra la retirada de los sedimentos contaminados, una inundación adecuada con agua de calidad y la recuperación de rodales de masiega (Cladium mariscus), una de las plantas autóctonas del parque que ha visto muy reducida su cobertura por la contaminación de los sedimentos y la falta de agua.

Este estudio constata que el humedal, uno de los más importantes del sur de Europa por su alto valor ecológico, se enfrenta al resultado de los excesos de la actividad humana del último tercio del siglo XX, que han transformado al ecosistema que existía en 1980 en uno totalmente distinto. 

El informe, que fue solicitado por la dirección del Parque ante la preocupante situación del itinerario, advierte de la necesidad de actuar en el entorno natural para mantener y restaurar sus valores ambientales en el contexto del cambio global. “Llevamos más de 25 años trabajando en la zona y nuestros datos confirman que estamos ante un ecosistema muy frágil, pero con mucha resiliencia, que responde exponencialmente a cualquier intervención que trate de revertir sus problemas ambientales”, apunta Salvador Sánchez Carrillo, investigador del MNCN.

La pérdida de humedales contribuye a incrementar las emisiones de gases de efecto invernadero

“Pero las medidas que debemos implementar deben ser ejecutadas con el rigor científico que requiere cualquier actuación en un sistema tan complejo como Las Tablas. Hasta ahora, se han realizado muchas iniciativas con el objetivo de parar su deterioro, pero muy pocas para revertir su degradación”, explica el investigador. Advierte, además de que “la pérdida de humedales contribuye a incrementar las emisiones de gases de efecto invernadero y eso es algo que ahora, en esta transición ecológica que pretendemos realizar, no nos podemos permitir”.

El área donde la degradación del Parque es muy visible es el itinerario que recorre las diez hectáreas del entorno de la Isla del Pan, zona por la que caminan los visitantes que se acercan hasta el humedal apoyados en sus emblemáticas pasarelas de madera, que lleva operativo desde 1980. La acumulación de materia orgánica y la producción de fango orgánico en esa zona es tal que ya no es posible acceder para controlar la colonización de las plantas acuáticas más oportunistas e invasoras como el carrizo (Phragmites australis), ni crear zonas encharcadas libres de vegetación donde crezcan las ovas o carófitos, (un tipo de alga verde que es el alimento principal de las anátidas), ni casi mantenerlas inundadas.

Los malos olores y la presencia de algas filamentosas invaden la zona y los visitantes se preguntan las causas. Sin embargo, es un paraje de gran valor porque reúne a los principales seres vivos que integran el ecosistema húmedo (la biocenosis), así como a sus principales hábitats. 

Tras estudiar la situación, el informe sugiere que la solución más factible es la retirada o decapado del sedimento superficial contaminado junto con las raíces del carrizo. Esta especie más generalista, invade las zonas libres e impide el desarrollo de las especies más singulares como la masiega. El informe evalúa, basándose en criterios ambientales, sociales y económicos, otras opciones, como el abandono del itinerario o la construcción de uno nuevo en otra zona, pero concluye que su impacto es mucho más nocivo que la restauración del actual. 

El decapado de sedimentos orgánicos contaminados es una práctica que se utiliza en restauración de humedales desde hace décadas y existen numerosos ejemplos en la literatura científica y técnica. Combinada con una inundación adecuada con agua de calidad, la tasa de éxito es muy elevada, y se han conseguido recuperar humedales como la laguna de La Nava (Palencia), el complejo Lagunar de Cantalejo (Segovia), o el complejo húmedo de A Limia (Orense), que habían sido transformados en tierras agropecuarias. Se propone también la recuperación de rodales de masiega, especie emblemática de la Reserva de la Biosfera La Mancha Húmeda, cuyo núcleo es el Parque. Esta planta está en grave retroceso debido a la contaminación y a la falta de una lámina de agua de mayor profundidad debido a la colmatación de sedimento.

Poca agua y muy contaminada

El humedal ha estado recibiendo poca agua y muy contaminada durante muchas décadas. El resultado es que actualmente existe un grave problema de colmatación, es decir, que la cubeta del ecosistema se está rellenando de manera acelerada con sedimentos, que puede hacer desaparecer al humedal en unas décadas.

Recuerda esta investigación que el CSIC ya advirtió de este problema a finales de la década de 1990 y lo cuantificó en varios artículos científicos a principios de este siglo. Sin embargo, aunque la calidad de los escasos recursos hídricos que llegan hasta el Parque Nacional ha mejorado sustancialmente, la de sus sedimentos no.

Por ello, el informe propone concentrar la actividad de retirada de sedimento durante los meses de verano para favorecer los trabajos. También hacer partícipes a los ciudadanos mediante la instalación de paneles informativos de la actividad de restauración que se lleva a cabo. “Un ciudadano informado entiende mucho mejor cualquier actuación en una zona pública”, explican los autores del informe.

Se espera así que como resultado de la actuación la zona del itinerario esté dominada por áreas encharcadas libres de plantas acuáticas emergentes como el carrizo y cubiertas con ovas sobre la que se asienten amplias extensiones de masiega que den cobijo a la importante avifauna que hiberna y cría en el humedal. Algo muy distinto de lo que hoy es posible observar.

Este itinerario permite a los ciudadanos acercarse para contemplar el ecosistema sin efectuar ninguna alteración. “Parece algo nimio pero la función de las áreas visitables de los Parques Nacionales es importante ya que funcionan como un espacio que explica el valor de estas zonas protegidas en general y en este caso concreto el valor del principal humedal interior de la península ibérica. Y es que para conservar los espacios naturales es imprescindible que la ciudadanía conozca su valor y los defienda”, contextualiza Sánchez Carrillo.

“Como consta en una encuesta que figura en el informe, las personas que visitan el Parque valoran muy positivamente este recorrido y por eso es importante mantenerlo a largo plazo”, concluye.

El Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) propone en un informe una serie de medidas de actuación para revertir la degradación del emblemático itinerario de las pasarelas de Las Tablas de Daimiel, conocido como de la Isla del Pan. Entre las actuaciones se encuentra la retirada de los sedimentos contaminados, una inundación adecuada con agua de calidad y la recuperación de rodales de masiega (Cladium mariscus), una de las plantas autóctonas del parque que ha visto muy reducida su cobertura por la contaminación de los sedimentos y la falta de agua.

Este estudio constata que el humedal, uno de los más importantes del sur de Europa por su alto valor ecológico, se enfrenta al resultado de los excesos de la actividad humana del último tercio del siglo XX, que han transformado al ecosistema que existía en 1980 en uno totalmente distinto.