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Acabamos de conocer hace apenas unos días el informe del CEDEX, organismo de estudios en materia de obras públicas, dependiente del Ministerio de Transportes, presentado a la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura, relativo a las nuevas reglas de la conexión entre las dos cuencas mencionadas. Es un paso previo a la propuesta que debe hacer el Ministerio para la Transición Ecológica, para adaptar las reglas a la planificación hidrológica actual.
Tuve el honor de ser el consejero responsable del agua en Castilla-La Mancha entre 2019 y 2023, cuando trabajamos con el Ministerio y con el resto de las comunidades autónomas afectadas en la citada planificación, que se aprobó con grandes avances para nuestra tierra, estableciéndose un caudal ecológico del Tajo a su paso por Aranjuez -punto clave para medir el flujo de agua, antes de la unión del Tajo con el caudaloso Jarama, cerca ya de llegar a Toledo- de 7 m3/seg en 2023 y de 8,65 m3/seg en 2027.
Un éxito sin precedentes para los intereses de Castilla-La Mancha, y que obligaba a modificar las reglas del trasvase, de las que ahora hablamos -de otra forma no se podría garantizar ese caudal mínimo en 2027-. Esa fue la clave de la negociación y las decenas de reuniones técnicas, y otras más políticas, que celebramos en aquellos años con los responsables del Ministerio para la Transición Ecológica.
Además, de manera paralela, conseguimos que se redujera la cantidad a trasvasar al Levante cuando los embalses de cabecera, Entrepeñas y Buendía, están por debajo de los 600 hm3, situación muy habitual, pasando de 38 a 27 hm3 mensuales.
También, se trabajó en la puesta en marcha de la Tubería a la Llanura Manchega, infraestructura que conecta el Tajo con la cuenca del Guadiana, en la comarca de la Mancha, para garantizar el acceso al agua de boca a cerca de medio millón de castellanomanchegos. Las obras, que estaban paradas, se reanudaron y en 2023 se abrió el primer ramal, que ya da servicio a diez pueblos y a unas 80.000 personas, que hoy tienen garantizado el consumo de agua durante todo el año y con una calidad muy superior a la del agua subterránea que estaban consumiendo.
Este hito en la región tiene, además, un efecto muy beneficioso para los acuíferos, reduciéndose la presión sobre los mismos ejercida en la zona. El siguiente ramal, en el Campo de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real se comprometió también en 2023, con una inversión de 100 millones de euros del Gobierno de España para su puesta en marcha. Y para más inri, esta agua que sale de la cabecera del Tajo para consumo humano, se descuenta de la enviada al Levante.
Ahora, el informe del CEDEX para que sea posible alcanzar el caudal ecológico mínimo en Aranjuez ya mencionado, viene a certificar los datos que los técnicos de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha pusieron encima de la mesa en aquellas reuniones tan fructíferas, en los años mencionados, una reducción de entre 120 y 130 hm3 al año en la cantidad a trasvasar al Levante (que pasaría de unos 320 a unos 197 hm3 anuales, según este informe del CEDEX). Sería una excelente noticia. También, porque la planificación contempla grandes inversiones para la desalación en el Mediterráneo, clave para la pervivencia de una agricultura importantísima para España y nuestra balanza comercial, como es la de las frutas y hortalizas de Alicante, Murcia y Almería.
Son excelentes noticias.
Y creo que es un día para reconocer el trabajo de un equipo de hombres y mujeres de la Agencia del Agua y de Infraestructuras del Agua de Castilla-La Mancha, con los que tuve el honor de trabajar en aquella etapa, y gracias a los cuales, hoy nuestra tierra tiene, sin duda, un mejor futuro.
Muchas gracias de corazón.