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La asociación Libera! propone campañas de esterilización y sanciones para aquellos que abandonen a sus mascotas

Perro abandonado.

Clara Pino Bravo / Clara Pino

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Son los juguetes rotos de la Navidad. La protectora Vayahuellas ha rescatado 28 animales en Valladolid solo durante el mes de enero. De ellos, 22 eran cachorros, procedentes de abandonos tras las fiestas navideñas pero también de camadas irresponsables. La asociación animalista Libera!CyL Responsabiliza al Ayuntamiento de la situación y considera que la única manera de solucionarlo es a través de políticas públicas y acciones contundentes para la protección de los animales.

Laura Gómez, de Vayahuellas, lamenta que las protectoras vivan a diario el coste moral y económico del abandono, sin ninguna implicación por parte del Ayuntamiento. Esta protectora propone varias medidas para paliar esta situación, como campañas de esterilización o sanciones a aquellos que decidan abandonar a sus animales. Esterilizar a un cachorro puede alcanzar los 300 euros de coste, por lo que la colaboración con clínicas para abaratar la factura podría ser lo más efectivo. Además, Gómez subraya el hecho de que no se aplique ninguna multa a las personas que abandonan a su mascota pero sí a los que deciden adoptarla.

Aunque el abandono tiene lugar durante todo el año, las fechas más críticas son las posteriores a las fiestas navideñas, las previas a las vacaciones de verano y las posteriores a las temporadas de caza. “La gente regala cachorros y no son conscientes de la gran responsabilidad que supone tener una mascota”, afirma Laura Gómez. Es el caso de Reina, una American Bully abandonada dos veces por su dueño en muy malas condiciones y que fue utilizada para la cría de cachorros.

Reina llegó a la perrera municipal y fue devuelta sin esterilizar a su mismo dueño, que posteriormente y tras volver a destinarla a la cría, se deshizo de ella por segunda vez y en peores condiciones. Vayahuellas la rescató y ahora se encuentra en una casa de acogida, a la espera de ser adoptada. “Si se hubiera esterilizado, quizá su sufrimiento no se hubiera alargado tantos meses”.

La protectora Vayahuellas no recibe ningún tipo de subvención pública y sus fondos provienen de donaciones privadas.

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