Segunda declaración como imputada de la exjefa del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Paz Esteban por el espionaje a los independentistas y mismo silencio. La exjefa de los espías se ha escudado en que la ley que impone deber de reserva a los funcionarios del CNI, salvo para las actividades que ha desclasificado el Gobierno, para no responder a las preguntas sobre el espionaje a dos parlamentarios de ERC.
Ante la magistrada del juzgado de instrucción 20 de Barcelona ha comparecido Esteban, por videoconferencia desde Madrid, por el espionaje a dos diputados de ERC, la europarlamentaria Diana Riba y el diputado en el Parlament Josep Maria Jové. El Gobierno negó, tal y como Esteban ha recordado este lunes, que ambos formaran parte de la lista de espiados por el CNI, si bien el rastro científico de la infiltración en sus móviles coincide con los que exjefa del centro sí admitió haber vigilado.
La sesión ha sido casi calcada a la primera comparecencia como imputada de Esteban, en este caso ante el juzgado de instrucción 29, por el espionaje al expresident Pere Aragonès. Tras los problemas técnicos habituales en las videoconferencias que han retrasado más de una hora el trámite, la declaración de Esteban (asistida por hasta cuatro abogados del Estado, dos en Madrid y dos en Barcelona) ha durado cinco minutos. Son los que ha tardado en expresar, según fuentes jurídicas, que no podía declarar no por el derecho a no hacerlo que asiste a cualquier imputado, sino por el deber de reserva de las actividades del CNI.
La investigación del espionaje con Pegasus a varios políticos, activistas y abogados de independentistas permanece repartida en media docena de juzgados de Barcelona tras la negativa a agrupar todas las denuncias en una macrocausa. Esteban, el único cargo gubernamental que cesó del cargo por el escándalo tras la presión de los grupos independentistas, está imputado en cinco causas.
Las líneas de defensa que fijó Esteban en el caso del espionaje de Jové y Riba han sido desmentidas por los informes forenses sobre los móviles de las víctimas. El Gobierno adujo, en el inicio del caso, que no podía desclasificar documentos sobre la infiltración porque ni Jové ni Riba formaban parte de los independentistas (el expresident Aragonès entre ellos) espiados por el CNI con el aval del Supremo.
Sin embargo, el análisis forense de los móviles ha delatado al CNI: los Mossos d'Esquadra han hallado coincidencias técnicas del espionaje que aducen tanto Aragonès como Jové y Riba, los tres defendidos por el abogado Andreu Van den Eynde. Es decir, el método de infiltración coincide tanto en espiados que reconoce el CNI como en los que no.
La técnica para entrar en el móvil también coincidía en ambos casos: fue el envío de SMS con noticias aparentemente reales pero que en realidad dirigían al servidor espía. El deber de reserva sobre las actividades del CNI, ha aducido Esteban, le ha impedido contestar a las preguntas sobre el caso. Su tercera cita como imputada, pendiente de acordarse por otro juzgado barcelonés, servirá para ver si sigue la misma estrategia.
La exjefa del CNI está investigada en cincocausas en Barcelona por el espionaje al expresident de la Generalitat Pere Aragonès; los parlamentarios de ERC Josep Maria Jové y Diana Riba; el exeurodiputado republicano Jordi Solé; el abogado Andreu Van den Eynde; y un grupo de empresarios tecnológicos.
Todas las pesquisas siguen, más o menos avanzadas, pero todavía en fase de instrucción. Este lunes, según fuentes jurídicas, ninguna de las partes presentes en el interrogatorio ha mencionado la puerta abierta a la amnistía para Esteban que el Constitucional esbozó en su sentencia sobre la ley de olvido penal al procés. El caso Pegasus está, por ahora, lejos de cerrarse.