El jefe de gabinete del president en funciones, José Manuel Cuenca, ha reconocido este miércoles que borró sus mensajes de Whatsapp con Carlos Mazón, según fuentes presentes en el interrogatorio consultadas por elDiario.es. El pasado mes de junio, ha dicho, conservaba en su teléfono móvil “mucha foto” y pidió otro terminal corporativo. Un informático de la Generalitat se encargó del “traspaso” pero Cuenca no se preocupó demasiado por conservar los archivos de su teléfono. “Parece que alguna copia de seguridad no la hice y tengo perdido todos los whatsapps de nueve o diez meses”, ha afirmado el testigo.
Cuenca ha asumido la idea de que Carlos Mazón mantuviera una comida con Maribel Vilaplana. Preguntado por la jueza de la dana por si conocía el paradero de Mazón, el testigo ha dicho que “sabía con quién comía”.
“Yo sugerí esa comida al igual que lo hice con otras tres o cuatro personas posibles para la dirección de À Punt”, ha explicado. “Cerré la comida y sabía con quién comía y dónde estaba y lo tenía localizado”, ha apostillado.
Además, también ha dicho que “nadie más” conocía la comida en El Ventorro, a excepción de Pilar Montes, directora general de la Secretaría del Gabinete del President, a quien Cuenca ordenó que hiciera la reserva en el céntrico restaurante. Sin embargo, Montes conocía el paradero de Mazón pero no con quien compartía mesa y mantel, dato que solo sabía el jefe de gabinete.
El testigo ha descrito El Ventorro como el establecimiento en el que Mazón “mantiene almuerzos con medios valencianos o nacionales y reuniones del PP de la Comunidad Valenciana”.
A preguntas de la letrada del PSPV-PSOE, que ejerce una de las acuaciones populares en la causa, el secretario autonómico ha afirmado que Mazón fue “a pie por la calle de la Paz” hasta el Palau de la Generalitat de la plaza de Manises. “Eso es lo que nos ha trasladado, no puedo saber más que lo que me dicen”, ha matizado.
“No le gusta tener al escolta siempre”
Por otro lado, José Manuel Cuenca ha explicado que a Mazón “no le gusta tener al escolta siempre”. Aunque no presenció los hechos, Cuenca ha aventurado sobre la retirada del dispositivo de seguridad del president: “Le acompañarían y luego les diría 'cuando termine voy al Palau'. Es lo habitual. Hemos llegado a veces cerca de casa y los libera”.
El alto cargo ha explicado que mantiene una relación de amistad con Carlos Mazón “desde hace años” y ha confirmado que comparte domicilio en València con el jefe del Consell en funciones. También ha detallado que Mazón usa su teléfono “de toda la vida”. “Nunca ha tenido una segunda línea”, ha agregado Cuenca. El secretario autonómico de Comunicación ha defendido que “nunca” el president estuvo “ilocalizado” el 29 de octubre de 2024. “Ni nadie me dijo que no pudiera localizarlo”, ha apostillado.
Al vivir juntos en València, Cuenca y Mazón se enteraron de que se había activado la alerta roja por la dana “en el trayecto desde casa al Palau. ”El presidente dio instrucciones de estar pendiente cada uno en sus competencias“, ha relatado.
“Yo no modifiqué la agenda, había preemergencia y era alerta naranja el día anterior y la agenda [del jefe del Consell] era en València. No la modifiqué”, ha reconocido el alto cargo.
Por otro lado, el testigo también ha confirmado la información de este diario sobre la llamada a las 19.34 entre Carlos Mazón y el secretario autonómico de Infraestructuras, Javier Sendra. El alto cargo, que estaba en ese momento presenciando la inundación del Puesto de Mando de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), informó a Mazón de “problemas” en el metro. Maribel Vilaplana pagó el ticket del aparcamiento al que la acompañó Mazón a las 19.47.
En Benigànim y Xàtiva por un “asunto personal”
José Manuel Cuenca ha aclarado que, entre las 14.15 y las 14.30, abandonó el Palau de la Generalitat para irse por un “asunto personal” a Benigànim y a Xàtiva, con la previsión inicial de regresar a las 19.00. Le “acercó” otro alto cargo, el secretario autonómico de Presidencia, Cayetano García Ramírez. Sin embargo, García Ramírez “regresó” al Palau. Cuenca no ha dado más detalles de la excursión.
Al tratar de regresar a la capital por su cuenta, no pudo hacerlo en tren y recurrió a un taxi. José Manuel Cuenca ha declarado que se quedó toda la noche atrapado con el taxista.
El testigo también ha detallado varias de las llamadas que mantuvo con la entonces consellera Salomé Pradas. A las 13.19, mientras que Mazón protagonizaba un acto ajeno a la dana, Pradas habló con Cuenca para informar a Presidencia de que “tenía previsto desplazarse a la Ribera Alta”, la comarca con mayor “afección”, para “verla in situ”. La consellera le pidó que “como el presidente estaba fuera, se lo dijera” y avisara “si había novedad”.
Pocos minutos antes de que empezara la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), Cuenca llamó a Pradas. Hablaron dos veces y la consellera le informó de que había nivel 2 de emergencia en Utiel, que se había activado la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de que se había convocado la reunión de coordinación.
Pradas informaba a Presidencia de la “evolución de la emergencia”
El “propósito” del jefe de gabinete era “ir a Utiel lo antes posible” con el jefe del Consell “para hacer una primera valoración”. De hecho, así lo acordó con Carlos Mazón, según ha dicho.
“En ningún momento pensé que el presidente debía ir al Cecopi; durante el día (...) la consellera nos informaba de la evolución a nivel técnico de la emergencia”, ha manifestado Cuenca. El alto cargo también ha asegurado que “nadie ” le “reclamó” la presencia de Mazón en el Cecopi.
Por otro lado, el testigo ha aludido a una llamada con Cayetano García Ramírez, secretario autonómico de Presidencia, con quien habló sobre la posibilidad planteada por Pradas de confinar a la población de las localidades situadas aguas abajo de la presa de Forata y potencialmente afectadas por una rotura de la infraestructura.