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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Alternativas al cuero que no son plásticos: ¿caparazones de gamba?

Darío Pescador

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Pocos animales se crían exclusivamente por su piel. Los visones y los zorros son los ejemplos más conocidos, pero estas pieles son minoritarias. El cuero de nuestros zapatos o bolsos es, en general, un subproducto de la industria cárnica. 

El cuero natural es un material único y extraordinario, con características que hacen que sea muy difícil de sustituir. El cuero natural respira, es cálido, duradero y tiene una gran resistencia a la tracción.

Además es razonablemente impermeable, suave y absorbe y libera humedad, lo que ayuda a su vez a regular la humedad en contacto con el cuerpo. Y además es biodegradable. No obstante, tiene el problema de que éticamente para muchas personas es reprobable llevar piel de otros animales como chaqueta, zapatos o pantalones.

Sin embargo, las alternativas al cuero basadas en el petróleo, como el llamado “cuero vegano”, están muy lejos de ser un producto de calidad o sostenible. En primer lugar, se fabrican con petróleo, un recurso no renovable y altamente contaminante.

El material empleado es poliuretano, que no es transpirable ni tan duradero como el cuero auténtico y es fácil de perforar, por lo que hay que reemplazar las prendas más a menudo.

Además, la mayoría de las imitaciones de piel contienen policloruro de vinilo (PVC), un plástico derivado del petróleo que tarda una eternidad en descomponerse y es perjudicial para la salud humana. 

Extraer el cuero de los animales que se usan para la producción de carne no supone un impacto adicional en el uso de suelo, agua o recursos. Sin embargo, el cuero natural tiene otros impactos en el medio ambiente, ya que los productos químicos utilizados para curtir el cuero no son biodegradables.

Este dilema ha llevado al desarrollo de alternativas más sostenibles al cuero que no dependen del petróleo. Estas son algunas de las más viables:

Piña

Piñatex es un material vegetal sostenible fabricado con fibras de celulosa extraídas de hojas de piña. La empresa Ananas Anam transforma las hojas de piña en dos productos: Piñatex, una alternativa al cuero, y Piñayarn, un material textil.

Cada año se cultivan en Filipinas más de 2,5 millones de toneladas de piña, y el uso de sus hojas es una forma de reducir los residuos agrícolas al tiempo que ofrece una alternativa sostenible al cuero tradicional. Sin embargo, Piñatex no es totalmente biodegradable ya que que también contiene PLA (ácido poliláctico) y resinas derivada del petróleo.

Hongos

El MuSkin es una alternativa al cuero animal fabricada a partir del Phellinus ellipsoideus, un hongo parásito de gran tamaño que crece en estado salvaje en árboles situados en bosques subtropicales.

El muskin tiene un tacto similar al ante y puede ser blando o ligeramente más duro que el corcho, según su consistencia y textura. Es muy estable, flexible y, con diferencia, la alternativa más ecológica a la piel animal, ya que se pueden fabricar todo tipo de productos, desde zapatos hasta sombreros, bolsos y otros accesorios.

Corcho

El corcho puede ser una alternativa a la piel porque tiene una textura y un tacto similares, lo que lo convierte en un material estupendo para accesorios y bolsos. Es duradero, resistente, hipoalergénico, antifúngico e impermeable.

Además, el cuero de corcho es un material orgánico biodegradable a la misma velocidad que el algodón cuando se recubre con un material orgánico. 

Caparazones de gambas

Cada año, la industria alimentaria genera hasta 8 millones de toneladas de caparazones de cangrejo, langosta y gamba, muchos de los cuales se devuelven al océano o acaban en vertederos.

Una empresa de biomateriales llamada TômTex ha decidido reutilizarlos para crear una especie de cuero hecha de caparazones de marisco, más concretamente, de un polímero extraído de ellas, llamado chitosan. A diferencia de la mayoría de las pieles sintéticas del mercado, no utiliza tratamientos químicos y está completamente libre de plásticos.

Manzanas

AppleSkin, también conocido como cuero de manzana, es un material de base biológica fabricado a partir de los restos de orujo y piel de la industria de zumos y compotas de frutas.

El tejido se crea tomando primero los residuos de manzana recuperados y reduciéndolos a polvo. Es biodegradable y ayuda a reducir los residuos al reutilizar cáscaras de manzana que, de otro modo, se descompondrían y producirían gas metano. 

Caucho reciclado

El caucho reciclado es una alternativa al cuero que se fabrica a partir de neumáticos desechados. Los neumáticos se limpian, se trituran y se prensan en láminas. A continuación, las planchas se tratan para crear una textura similar al cuero.

Por su parte, la empresa Recyc Leather es otro ejemplo de alternativa sostenible al cuero convencional que se obtiene a partir de recortes de guantes industriales. 

Aún existen otras opciones como la lona encerada, el coco, el papel y diversos materiales vegetales como los residuos de cactus y mango. Cualquiera de estas opciones será más sostenible que los cueros sintéticos obtenidos del petróleo.

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