Filtros para el desagüe de tu lavadora: evita contaminar con los microplásticos de tu ropa

Filtros de lavadora para evitar la contaminación por microplásticos.

Martín Frías

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Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico que miden menos de cinco milímetros de longitud. Estas partículas pueden provenir de una variedad de fuentes, pero la ropa, especialmente aquella hecha de materiales sintéticos como el poliéster, el nailon y el acrílico, es una de las principales.

Cada vez que lavamos nuestras prendas sintéticas, por el desagüe se liberan pequeñas fibras del plástico del que están hechas. Estas fibras son tan diminutas que pueden pasar a través de los filtros de las plantas de tratamiento de aguas residuales y terminar en ríos, lagos y océanos. Una vez en el ambiente acuático, estos microplásticos pueden ser ingeridos por la vida marina, lo que potencialmente causa daños a los ecosistemas acuáticos y puede llevar a que estos plásticos entren en la cadena alimenticia humana.

Dado que la ropa sintética es popular por su durabilidad y coste relativamente bajo, la cantidad de microplásticos que se liberan en el medio ambiente es cada vez mayor. Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, en Europa, alrededor del 8% de los microplásticos liberados en los océanos proceden de textiles sintéticos. A escala mundial, esta cifra se estima entre el 16% y el 35%, lo que supone que entre 200.000 y 500.000 toneladas de microplásticos procedentes de textiles entran cada año en el medio marino mundial. Un reciente estudio indica que el 73% de los microplásticos encontrados en el Océano Ártico son fibras de poliéster. 

La moda rápida, que incita a consumir prendas baratas compradas en gran medida por Internet que duran menos tiempo, y que generalmente están confeccionadas con fibras sintéticas, está agravando el problema. Por lo tanto, la ropa se convierte en una de los principales contribuyentes a la contaminación por microplásticos en las vías de agua.

Para mitigar este problema, se están investigando y desarrollando diversas soluciones, como la mejora de los filtros en las plantas de tratamiento de aguas residuales, el desarrollo de tejidos sintéticos que liberen menos fibras y la promoción de prácticas de lavado que minimicen la liberación de estas fibras. Podría parecer que, aparte de no comprar prendas confeccionadas con tejidos sintéticos, poco podemos hacer desde nuestros hogares para mitigar el problema. Es aquí cuando hacen su aparición los filtros de salida para la lavadora.

Filtros de microplásticos para la lavadora

Las personas que viven en zonas de aguas duras, con un alto contenido en calcio y sales, pueden recurrir a un filtro de osmosis inversa en la toma de agua de su lavadora para evitar la acumulación de cal y alargar la vida útil del electrodoméstico. Sin embargo, es posible proteger el medio ambiente por poco dinero si colocamos un filtro en el otro tubo, el desagüe de la lavadora.

Un libro blanco entregado a la Comisión Europea sostiene que los filtros para lavadoras son la única solución eficaz a corto plazo para reducir la emisión de microfibras al medio ambiente y que su instalación debería ser obligatoria para el fabricante. Mientras llega esa regulación, el filtro puede comprarse aparte.

Los filtros de microplásticos se conectan por un lado a la manguera de desagüe de la lavadora y por otro al desagüe de la red. No necesitan alimentación eléctrica, ya que el filtrado se produce por la presión del agua. Según el fabricante AEG, que ofrece uno de estos filtros de instalación sencilla, el dispositivo captura hasta un 90% de las microfibras desprendidas durante el lavado. También dispone de un indicador que se enciende cuando el filtro está saturado y es necesario limpiarlo. El precio ronda los 90 euros.

El fabricante Samsung dispone en algunos de sus modelos de lavadoras de un ciclo de lavado que reduce el desprendimiento de microplásticos hasta en un 54% gracias a un sistema que utiliza burbujas para ayudar a disolver y absorber el detergente, reduciendo la necesidad de calor y energía para lavar la ropa. Además ofrece su propio filtro de microplásticos, similar en funcionamiento al de AEG, para atraer los microplásticos que llegan al desagüe, que se compactan para facilitar su limpieza. Su precio es algo superior, sobre los 120 euros.

Un poco más caro es el filtro Gulp, que una compañía británica ha lanzado con una campaña de crowdfunding en Kickstarter. Funciona como los anteriores, con la ventaja adicional de que el filtro es autolimpiable y las fibras se acumulan en un depósito.

La empresa Guppyfriend comercializa una solución alternativa más económica para reducir los microplásticos en la lavadora: una bolsa de lavado que cuesta unos 30 euros, fabricada con una malla extrafina que atrapa las fibras. Según el Instituto Fraunhofer, usando una bolsa de lavado se consigue que por término medio se rompan un 86% menos de fibras de ropa sintética. Las fibras que se rompen se acumulan en las esquinas de la bolsa de lavado y pueden retirarse y desecharse fácilmente a posteriori.

Cómo limpiar los filtros de microplásticos

Es esencial eliminar adecuadamente las microfibras y otros materiales que quedan atrapados en el filtro, de nada serviría tirarlos de nuevo por el desagüe. Las fibras capturadas en el filtro pueden tirarse a la basura, aunque esto también podría tener riesgos para el medio ambiente, por lo que se está pensando en soluciones para reciclarlas.

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