Mozzarella in carrozza, el aperitivo italiano que surgió como receta de aprovechamiento

La gastronomía italiana es un universo de sabores simples y reconfortantes, donde cada plato cuenta una historia de tradición y amor por los alimentos. Entre las recetas menos conocidas fuera de Italia, pero que han comenzado a ganar presencia en otros países, se encuentra la mozzarella in carrozza, un aperitivo crujiente por fuera y fundente por dentro que nació como receta de aprovechamiento en el sur de Italia. Aquí te explicamos cómo puedes hacer este riquísimo aperitivo en tan solo diez minutos.

Hoy, este humilde bocado se ha convertido en una delicia que mantiene su esencia popular mientras conquista mesas y cartas de restaurantes. El auge de la cocina de aprovechamiento, especialmente en un contexto donde el desperdicio alimentario es cada vez más cuestionado, ha dado valor a recetas que rescatan ingredientes en desuso. En este sentido, la mozzarella in carrozza encaja perfectamente con las tendencias actuales que promueven la sostenibilidad sin renunciar al placer gastronómico.

Un origen humilde en la región de Campania

La mozzarella in carrozza —literalmente, 'mozzarella en carroza'— tiene su origen en la región de Campania, cuna de la auténtica mozzarella de búfala. Así, su historia es como la de muchas recetas tradicionales.

En el siglo XIX, los campesinos y las personas a cargo del hogar se enfrentaban al reto de conservar el queso fresco que, una vez abierto, debía consumirse rápidamente. Para evitar el desperdicio de la mozzarella endurecida o los restos del día anterior, se ideó una solución sencilla que consistía en colocar el queso entre dos rebanadas de pan, rebozarlo con huevo y pan rallado, y freírlo en abundante aceite.

Hoy, chefs italianos y también españoles la reinterpretan con diferentes técnicas. Algunos la hornean en lugar de freírla, otros sustituyen el pan por masa filo o la rellenan con quesos artesanales locales.

Su llegada a España

La mozzarella in carrozza ha comenzado a hacerse un hueco en la oferta gastronómica española en los últimos años. Aunque no es tan común como la pizza o la pasta, su presencia en restaurantes italianos auténticos y en propuestas de tapas va en aumento.

En ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga, la apertura de nuevos locales con oferta italiana ha permitido que recetas como esta salgan del anonimato y conquisten paladares por su combinación de sencillez y sabor.

Además, su naturaleza como aperitivo o tapa la hace especialmente compatible con la cultura culinaria española. Así, no es raro encontrar mozzarella in carrozza en cartas de tapas modernas, a veces rebautizada como 'sándwich de mozzarella frita' o presentada con un toque local.

El clásico que también admite variantes

Aunque la versión clásica de mozzarella in carrozza se elabora únicamente con pan de molde blanco, mozzarella fresca, huevo y pan rallado, la receta admite múltiples variantes. En algunas zonas, como Venecia, se añade una loncha de jamón cocido o anchoas, aportando un toque salado extra. En otras, se aromatiza con orégano, albahaca o incluso con una pizca de pimienta negra.

También se han desarrollado versiones modernas con pan de campo, pan sin corteza o incluso integrales, adaptando la receta las preferencias de cada uno o a exigencias dietéticas. No obstante, la esencia del plato se mantiene gracias a su interior cremoso y elástico de mozzarella, rodeado por una capa exterior dorada y crujiente.

Una receta para replicar en casa

Su sencillez de elaboración también ha contribuido a su popularidad fuera de Italia. Con pocos ingredientes y unos pocos pasos, cualquier aficionado puede preparar mozzarella in carrozza en casa. Lo ideal es usar mozzarella de buena calidad, que no suelte demasiada agua, y pan consistente, que no se rompa al empapar. Una versión clásica requiere:

  • Ocho rebanadas de pan de molde sin corteza
  • Dos piezas de mozzarella fresca
  • Tres huevos para empanar
  • Harina y pan rallado para empanar
  • Aceite de oliva virgen extra para freír
  • Sal y pimienta al gusto

Su preparación no tiene mayor misterio: el secreto está en sellar bien los bordes, para que el queso no se escape durante la fritura, y controlar la temperatura del aceite para lograr una textura crujiente sin que se queme. Te contamos el paso a paso para hacerlo:

  • En primer lugar, corta las piezas de mozzarella en rodajas de medio centímetro aproximadamente y colócalas sobre papel absorbente de cocina para que se escurran. Cubre la mozzarella también con papel para que se seque lo máximo posible.
  • A continuación, reparte las rodajas de mozzarella sobre cuatro rebanadas de pan de molde. Salpimienta al gusto y cubre con las otras cuatro restantes. Te recomendamos que aprietes bien con la mano para que los sándwiches queden bien sellados.
  • Ahora corta los sandwiches por la mitad de forma que queden en triángulos. Aprieta de nuevo cada uno de los triángulos y pásalos por harina, huevo batido y pan rallado.
  • Luego, fríelos en abundante aceite de oliva. No es necesario tostarlos mucho. Déjalos durante unos dos o tres minutos por lado. Para que queden mejor, también es recomendable freírlos en tandas de tres o cuatro triángulos para que el aceite mantenga su temperatura.
  • Finalmente, a medida que los vayas haciendo y retirando del fuego, escúrrelos en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y colócalos en una fuente.
  • Llévalos a la mesa inmediatamente para disfrutarlos bien calientes y que el queso no pierda su cremosidad.