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Las geishas acuáticas de Gaultier desfilan en la Alta Costura de París

Las geishas acuáticas de Gaultier desfilan en la Alta Costura de París

EFE

París —

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Con hombreras puntiagudas, faldas de apretados plisados y vestidos con transparencias, el diseñador Jean-Paul Gaultier hizo desfilar este miércoles en París a unas geishas a la parisina, inspiradas en Japón y en el océano para su colección Alta Costura primavera-verano.

“Es una mezcla entre el fenómeno acuático y el estilo japonés. Vi una exposición en el museo Quai de Branly donde había cestas de bambú hechas hace años y me dije que podría darle la vuelta a los corsés que hice en los ochenta y crear nuevas formas”, explicó Gaultier tras el desfile.

La pasarela abrió con una modelo oriental vestida con una blusa transparente de rayas marineras y pantalón de traje negro y talle alto, seguida de un conjunto de pantalón blanco y chaqueta azul marino con unas enormes hombreras puntiagudas.

“Son las hombreras de los años 80 pero exageradas, un poco a lo David Bowie”, dijo el diseñador.

Gaultier adaptó a la estética japonesa sus trajes de raya diplomática, con falda y chaqueta marcada en la cintura con un “peplum” de volantes rígidos, pero también mediante plisados con los que revistió prendas enteras, su gran apuesta esta temporada.

“¡Plisados, plisados y plisado sobre plisado! !Todo tipo de plisados, quería que todo estuviera plisado!”, destacó sobre uno de los procesos de la creación costurera que más técnica requiere junto a las impresiones en tres dimensiones, que utilizó por primera vez para incluir bordados en relieve.

Incluso el cabello, rizado y cardado, emuló las arrugas que obsesionan al diseñador esta temporada, tanto que confesó que se le pasó por la cabeza buscar un elenco de modelos de mayor edad con rostros arrugados.

“La arruga también es bonita”, defendió.

Los elementos acuáticos los pusieron los tonos azulados y un verde mar que vistió la top canadiense Coco Rochas, una de las preferidas del francés.

Por debajo de la falda, el metal da forma a una nueva versión de los miriñaques que quedan a la vista bajo muselinas de seda translúcidas, cuyo movimiento recordaba las olas del mar.

Participó en la presentación la vedette estadounidense Dita Von Teese, que actúa además esta semana en el espectáculo teatral de Gaultier, “Fashion Freak Show”, en la conocida sala “Folies Bergère”.

La actriz y bailarina vistió un vestido de transparencias con puntos estampados en negro con marcada cintura y escote en v con un efecto de alas en torno a los hombros.

“Es la tercera o cuarta vez que participa en uno de mis desfiles con un estilismo que le corresponde y con su belleza diferente, porque yo siempre muestro bellezas diferentes y ella entra en ese grupo”, contó el “enfant terrible” de la moda francesa.

La colección, rica en colores pop y en mezcla de tejidos, terminó con el vestido de novia, donde la estructura del miriñaque se prolonga en espiral por encima de la cabeza, creando un efecto tornado.

Para cerrar las presentaciones de las grandes firmas de Alta Costura, el diseñador libanés Zuhair Murad, uno de los favoritos de las estrellas, se inspiró también en el mundo acuático.

Sobre la pasarela, colores turquesa, cián y eléctrico vistieron vestidos ajustados con lentejuelas y escotes asimétricos y aperturas hasta el muslo en las piernas.

Murad se sirvió del rojo de los corales y del blanco con reflejos para faldas plisadas y colas infinitas, que decoraron por ejemplo un mono turquesa de lentejuelas, con una pomposa cola de satén.

El traje de novia fue una barroca propuesta en blanco óptico cargado de brillantes y con manga larga en malla transparente, también decorad con piedras.

Con el cierre de la pasarela Alta Costura, que regresará en julio con las propuestas para el otoño-invierno, este jueves es el turno de las firmas de alta joyería que mostrarán sus creaciones más exclusivas, con precios que pueden alcanzar hasta 50 millones de euros.

María D. Valderrama

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