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De Lola Índigo a Leo Harlem: por qué las productoras prefieren a famosos antes que a actores de doblaje para sus grandes películas

Hace poco más de una semana la cantante Lola Índigo compartió en sus redes sociales una noticia: iba a poner la voz a Lola Bunny en Space Jam: Nuevas leyendas. “Hace ya varios meses desde que hice el casting y es un sueño hecho realidad. Cuando la veía una y otra vez de pequeña quería ser dura y valiente como ella”, expresó entonces. Warner Bros., la productora, decidía así prescindir de las dos actrices de doblaje que habían puesto la voz al personaje en los vídeos promocionales vistos hasta entonces: Laura Pastor y Vera Bosch, que comentó la noticia del nuevo fichaje con el emoji de un corazón partido. Fue entonces cuando en Twitter, especialmente tras publicar el tercer adelanto del filme doblado por la cantante de Operación Triunfo, se desató la polémica a base de memes y acusaciones de “intrusismo laboral”.

De hecho, la propia Vera Bosch publicó un vídeo en su cuenta de Instagram (ya borrado) en el que hizo referencia al proceso de selección: “He recibido muchísimos mensajes diciéndome que ha habido castings. Yo hice un casting con otras dos compañeras de doblaje y después hice el tráiler. No sé si Mimi [Mimi Doblas, nombre de Lola Índigo] ha hecho un casting. Probablemente lo ha hecho, pero está fuera de una igualdad de condiciones”. “Usar ese argumento para decir que ha sido seleccionada me parece hasta insultante; honra más decir que le hacía ilusión y le han dado una oportunidad”, añadía.

elDiario.es se ha puesto en contacto con Warner Bros. para saber si Índigo participó en algún tipo de casting, pero por el momento no han emitido ninguna respuesta. No obstante, según Masumi Mutsuda, vicepresidente de la asociación Doblatge Unida de Barcelona (DUB) y actor de doblaje, los casting de los denominados startalent (famosos que prestan su voz) suelen ser diferentes a los de los actores: “La prueba que habrán hecho habrá sido para comprobar si el doblaje es terriblemente desastroso o es pasable. Es más para ver el nivel que le daría a la película y si se podía aguantar por algún lado, y no de hacer pruebas profesionales”.

Que algunos actores de doblaje aparezcan en el tráiler y luego cambien en el último momento tampoco es la primera vez que sucede. “Para determinados personajes se hacen castings de dos o tres actrices y el cliente decide. Muchas veces doblamos el tráiler y luego el largometraje lo hace otra persona, a veces solo por cuestiones físicas: que el tráiler llega a Madrid y luego la película a Barcelona, o viceversa”, observa María Jesús Nieto, actriz de doblaje y miembro del Sindicato de Artistas de Doblaje de Madrid (Adoma).

Promocionar la película

No es algo nuevo en la industria. Recientemente también se estrenó Los Mitchell contra las máquinas y sucedió algo parecido: la voz del actor Luis Bajo en el tráiler inicial fue sustituida por la del cómico Leo Harlem. Pero ¿por qué las productoras acaban eligiendo a famosos? “No hay ningún secreto, es una decisión tomada para promocionar el producto que sea. Esto lo lleva haciendo muchos años Disney y es una cuestión de promoción: no se hablaría tanto de Space Jam si no pasara esto”, apunta Nieto. Esas órdenes, según Mutsuda, “a veces vienen dadas de EEUU”. “Especifican que ciertos personajes tienen que ser doblados por startalents por márketing, para acercarse más a un público que no vería la película si no la hace una persona que conocen y admiran”, apostilla.

Es lo que, por mencionar algunos ejemplos, ocurrió con producciones como Buscando a Nemo, donde Anabel Alonso interpretaba a Dory; Kung Fu Panda, con Florentino Fernández; o la adaptación de Memorias de Idhún a Netflix, donde varias estrellas del gigante del streaming hicieron de actores de doblaje. La lista de los startalent no es precisamente corta ni reciente. 

EEUU tampoco es una excepción y, en el caso de la secuela de Space Jam, quien pone voz a Lola Bunny es la actriz Zendaya. Pero hay diferencias. “Ellos no doblan a los personajes como tal, sino que hablan y luego los animan acordes a su voz. Aquí el trabajo no solo es el de interpretar, también el de sincronizar la voz con el del dibujo original. Se junta la interpretación y la técnica”, apunta Mutsuda.

Índigo declaró en una entrevista a RTVE que contrató un entrenador de doblaje “para hacerlo lo mejor que podía”, pero la tarea se complica más si quien pone la voz no tiene conocimientos previos en interpretación. “El problema es que muchos no son ni actores, entonces al no tener la formación uno lo hace como puede. Estoy seguro de que el director le habrá dado todas las indicaciones posibles, pero tampoco puedes pedir más. Es como si me piden que me ponga a bailar: por mucho que me des una clase de una coreografía voy a hacerlo fatal”, señala el vicepresidente de DUB. 

Los actores de doblaje pueden estar más de 5 o 10 años haciendo papeles secundarios hasta que les dan un protagonista de una serie o de una película

Para participar en una gran producción como Space Jam, ¿cuánto tiempo debe formarse un actor de doblaje? Según Víctor Martínez, director de la escuela de doblaje AM en Madrid, “no es algo matemático”. “Hay alumnos que han pasado por la escuela fugazmente (cosa de un año) y otros que han estado hasta 5. Y, la mayoría de ellos, lo primero que hacen son personajes secundarios, ambientes o voces de fondo. Puede que estén más de 5 o 10 años haciendo esos papeles hasta que les dan un protagonista de una serie o de una película de sobremesa”, detalla el responsable de este centro.

¿La contratación de los startalent es intrusismo laboral? María Jesús Nieto opina que “los profesionales no consideramos intrusismo a quien cobra más, sino a quien cobra menos de lo estipulado por hacerlo”, mientras los papeles ocupados por startalent “pasa en una docena de ocasiones en el año y no es lo que da de comer al doblaje”. Mutsuda, por su parte, considera que “hay muchos actores y actrices y que cada uno piensa a su manera”. “Es verdad que este papel habría quedado genial con una actriz de doblaje, pero el cliente al final es quien decide cómo quiere su producto”, declara sobre una decisión que, a juzgar por el resultado, está consiguiendo lo que pretendía: que se hable de la película.