Cuando el pasado 25 de junio Zohran Mamdani consumó su sorpasso y se hizo con la victoria en las primarias que elegían al candidato demócrata para la alcaldía de Nueva York, subió al escenario con sus padres. Durante toda la campaña, Mamdani no solo ha prometido congelar el precio del alquiler y autobuses gratis, sino que también ha hablado de los valores que le habían inculcado sus progenitores. Unos valores que, finalmente, solidificaron en su activismo político y en su paso adelante para posicionarse como el primer alcalde musulmán de la historia de la ciudad. También el primero que se define como “socialista”, una palabra que en EEUU tiene una connotación que la coloca más a la izquierda que la habitual “demócrata”.
Aquellas dos personas que estaban con él en el estrado no eran dos personas normales. Zohran Mamdani no ha trepado por la escalera social, sino que su posición era de privilegio. Su padre, Mahmood Mamdani, es un conocido comentarista político y profesor universitario especializado en ciencias políticas y estudios africanos. Sin embargo, la más acostumbrada a estar bajo los focos y a posar en una alfombra roja es su madre, Mira Nair, conocida cineasta nacida en Mumbai que es una de las siete mujeres que han logrado el León de Oro de Venecia en 81 ediciones. Nair fue la tercera en lograrlo con su película más popular, La boda del monzón. Lo hizo en 2001.
No era la primera vez que Nair alcanzaba el éxito con una de sus películas, sino que era la culminación de una cineasta que había colocado el cine indio en el foco del cine mundial moderno. La llegada de Nair al mundo del cine fue como el monzón que daba título a su León de Oro. Tras un corto y dos documentales debutó con Salaam Bombay, en 1988. Ganó la Cámara de Oro en Cannes y fue nominada como Mejor película de habla no inglesa en los Oscar de 1989 siendo la representante de India. Su siguiente film, Mississippi Masala, ganó el premio al Mejor guion en Venecia en 1991; y, tras varios proyectos de menos repercusión internacional, llegó el boom de La boza del monzón.
Tras aquel título probó suerte en Hollywood con el drama clásico La feria de las vanidades en 2004 o el biopic de la aviadora Amelia Earhart en 2009. En 2016 dirigió para Disney+ La reina de Katwe, una película que, si bien pasó sin pena ni gloria —a pesar de estar protagonizada por David Oyelowo y la ganadora del Oscar Lupita Nyong’o—, sirve como perfecto flashback de la foto de hace unas semanas. Si uno mira en los créditos del filme, descubre que como supervisor de la banda sonora aparece un nombre que hasta ahora no era conocido, el de Zohran Mamdani. Su hijo, que entonces tenía 25 años, se encargó de supervisar el apartado musical del filme. Se puede ver en varias imágenes al ahora candidato demócrata bailando y celebrando tras la premiere de la película junto a sus actores como uno más del equipo
No solo se encargó de supervisar la banda sonora, sino que hasta compuso una canción para la misma. Se llamaba #1 Spice, y la cantaba junto a HAB y bajo el seudónimo de Young Cardamom, un nombre artístico que repetiría en el LP que publicó el mismo año, también junto a HAB, titulado Sidda Mukyaalo —una expresión dicha en Uganda— y que incluía seis canciones de rap.
Ya en sus pinitos musicales mostraba sus preocupaciones políticas. Cantaba en seis idiomas diferentes, y en una entrevista en el medio Okay Africa contaba que él era “un ugandés de tercera generación cuya familia llegó a África Oriental a principios del siglo XX”. Hablaba de cómo en canciones como Askari, que significa ‘guardia de seguridad’, se habla de “la obsesión persistente de las sociedades poscoloniales con la blancura y su valoración de la misma” o cómo casi todos los temas habían nacido de sus experiencias personales. “Cada vez que alguno de mis amigos o familiares no negros llega a casa, la puerta se abre de golpe. Cuando se trata de un amigo o familiar negro, siempre tarda un poco más”, aseguraba.
También citaba el racismo en EEUU. Contaba cómo en Uganda se le consideraba poco negro, pero que, al revés, en EEUU, donde había pasado ya gran parte de su vida, le pasaba “lo contrario”. “Allí, los departamentos de seguridad me ven como negro y musulmán, y por lo tanto me ven como una amenaza”, decía.
De Youn Cardamam pasó tres años después a llamarse Mr. Cardamom, nombre con el que en 2019 sacó la canción Nani, cuyo videoclip —en el que salía la autora de libros de cocina y actriz Madhur Jaffrey como si fuera su abuela— fue rescatado por la CNN en una entrevista realizada durante la campaña para las primarias. En él, Mamdani salía con el torso desnudo cubierto con un delantal, rapeando. Cuando se lo enseñaron en la entrevista salió del paso con humor. “No pensé que esto fuera a verse en la CNN”, esbozó con cierta vergüenza.
Muchos han visto en las declaraciones del político la influencia de sus padres. Mira Nair siempre se ha caracterizado por hablar claro. En una ocasión contó cómo un productor le pidió que hiciera espacio para “personajes blancos” en su película. “Le aseguré que todos los camareros de la película serían blancos”, le respondió. También fue comentada su declinación para acudir a un festival de cine en Israel. En redes sociales dijo que no iría al país hasta que “acabara el apartheid”, en referencia a las acciones sobre Palestina, un tema en el que Zohran Mamdani ha sido mucho más contundente que sus rivales demócratas en las primarias.
De hecho, ellos mismos han hablado en la prensa sobre si su trabajo y activismo ha podido influir en su hijo. Mientras que Mahmood Mandani cree que “cada uno es una persona independiente”, Mira Nair se mojó y contradijo a su marido. “¡No estoy de acuerdo! Claro que el mundo en el que vivimos, y lo que escribimos, filmamos y pensamos, es el mundo que Zohran ha absorbido profundamente”, zanjó, dejando claro que sus películas, la música que escuchó, y la educación recibida ha sido clave en el político que es ahora y que, probablemente, consiga ser alcalde de Nueva York.