La portada de mañana
Acceder
El Gobierno retoma una actividad legislativa que lo enfrenta a sus socios
"Te vamos a joder la vida": las amenazas de una banda de desalojos ilegales
Opinión - Libertad de extorsión. Por Rosa María Artal

Jan anuncia el fin de Superlópez con unos últimos 'Sueños frikis'

Gerardo Vilches

0

Juan López (Toral de los Vados, 1939), más conocido como Jan, no publicará más aventuras de Superlópez. Así lo ha anunciado su editorial en un comunicado con el que se pone fin a casi cincuenta años de trayectoria de uno de los personajes más populares del cómic en España. Sueños frikis será el último álbum que protagonice, una aventura de espada y brujería en un mundo onírico, con un trasfondo de lucha contra el acoso juvenil. Sin embargo, Jan, de 82 años, no tiene intención de retirarse: seguirá trabajando en personajes como Don Talarico (Amaníaco Ediciones) o Cab Halloloco (Editorial DQ), una historia inacabada en los ochenta que el autor ha rescatado recientemente. El dibujante afincado en Catalunya es, junto al incombustible Francisco Ibáñez, el último superviviente de la época dorada de Bruguera, dominadora del mercado del tebeo infantil y juvenil durante décadas. De hecho, Superlópez fue el último gran icono de la editorial.

Un clásico del cómic español

Creado en 1973 para protagonizar una tira muda, Superlópez fue concebido como una parodia, a la española, de Superman. El salto a la historia larga subrayaría esa intención gracias a los guiones de Francisco Pérez Navarro, gran conocedor del género de los superhéroes. Juntos entregarían historias como El supergrupo (1979). A partir de 1980, ya en solitario, Jan se aleja de lo paródico e inicia la que, para muchos, es la mejor etapa de la serie: clásicos como Los alienígenas (1980), Los cabecicubos (1982) o La gran superproducción (1984) son obras de un autor en estado de gracia y se cuentan entre lo mejor del cómic español, según el dibujante Pablo Ríos (Azul y pálido, Presidente Trump), “uno de los cuatro o cinco pilares fundamentales del tebeo estatal, tanto por éxito popular como por influencia posterior”. Para el historietista Albert Monteys (¡Universo!, Matadero Cinco), Superlópez supuso “un soplo de aire fresco en el panorama del cómic infantil español”. Monteys destaca los diferentes niveles de lectura de la serie: “Jan se reivindicaba como autor sin perder de vista el contexto en el que estaba trabajando. Era un tebeo complejísimo, de un costumbrismo que hablaba del mundo real y una preocupación por el contenido y el mensaje que no era nada común en esa época, todo ello sin renunciar a la carcajada”.

Ciertamente, el dominio del gag de Jan se combinaba con una conciencia social y un compromiso político que ha mantenido e intensificado en las siguientes entregas de la serie, que suman nada menos que 87 álbumes.

En 1987, tras la quiebra de Bruguera, todo su fondo editorial fue adquirido por Ediciones B. Los cómics de Superlópez se publicaron bajo ese sello hasta que en 2017 la multinacional Penguin Random House lo adquiriera de manos de Grupo Zeta por 40 millones de euros. Curiosamente, las últimas entregas de Superlópez se han publicado bajo el nombre de Bruguera, recuperado como línea editorial dentro de Penguin Books.

La influencia de Jan

Aunque las ventas de la serie no son las que eran, Superlópez sigue siendo un personaje muy popular, como demuestra su adaptación al cine de 2018, dirigida por Javier Ruiz Caldera y con Dani Rovira en la piel del superhéroe. La influencia de Jan en las siguientes generaciones de autores es innegable. “Fue uno de los primeros autores que identifiqué y de los que me hice seguidor”, afirma Monteys. “Cada vez que me planteo una obra de humor pienso en cómo lo habría hecho él, sus ritmos, sus diálogos, incluso su humanismo. Siendo un maestro del humor descacharrante Jan nunca descuidó las sutilezas y los momentos íntimos en su obra. Desearía que se me hubiera pegado su gusto cuando dibuja los paisajes, esa Barcelona tan reconocible”, continúa. “Jan me ha ayudado a comprender muchas de las dinámicas de los tebeos: el ritmo del gag, la claridad en la estructura expositiva…”, declara Pablo Ríos, que añade “y, sobre todo, me ha aportado una ética del trabajo bien hecho, el intentar ofrecer siempre lo mejor que puedes dar”.

Tras conocerse la noticia del fin de Superlópez, sus lectores esperan una edición completa a la altura de la importancia de la creación de Jan. A Penguin Random House, propietaria de los derechos de edición y de todo el fondo del personaje, le corresponde atender a esa demanda y darle a esta obra maestra del cómic español la edición que merece. Mientras, Jan seguirá dibujando. Como siempre ha hecho.