Podemos: un gran Ministerio de Cultura, Ley de Mecenazgo y nueva casilla en la renta

Podemos pretende recuperar el espíritu de la socialdemocracia francesa con la Cultura. Este diario ha tenido acceso al borrador provisional con las principales medidas de Podemos para Cultura en el que se destaca la creación de un gran Ministerio de Cultura y Comunicación con varios organismos que estarían dedicados a gestionar la financiación de los diferentes proyectos culturales. Estas son las medidas, que juegan en el ámbito público y privado, y que se contemplan en un borrador que, no obstante, aún está sujeto a cambios y concreciones, ya que será este viernes cuando sea sometido a votación por las bases de Podemos. A finales de noviembre se presentará el programa definitivo que incluirá medidas para los diferentes sectores culturales (audiovisuales, música, artes escénicas, libros, videojuegos).

El Fondo Social será 'la bolsa' monetaria para Cultura por parte del Estado. Este Fondo estará controlado por una Comisión encargada de decidir a qué proyectos culturales va el dinero recaudado por parte de las desgravaciones que las empresas obtienen de su apoyo a la cultura.

La Comisión estará formada por miembros procedentes del propio Ministerio de Cultura y Comunicación más de aquellos procedentes de dos de los organismos que tendrá el nuevo Ministerio: la Asamblea de Profesionales de la Cultura y el Observatorio Ciudadano de la Cultura.

El Fondo Social, un macroorganismo central, estará conectado con una nueva Ley de Mecenazgo para fomentar el macro y el micromecenazgo. Esta financiación cultural funcionará del siguiente modo: primero con un porcentaje de los impuestos derivados de las transmisiones culturales entre particulares o sociedades. Esto quiere decir, por ejemplo, que del 4% del IVA que tienen los libros, un tanto por ciento (aún no se ha decidido cuánto) de todo el IVA recaudado por todos los libros vendidos irá destinado a proyectos culturales (aquellos que elija la comisión del Fondo Social). Como afirman desde Podemos, este sistema sigue la lógica francesa.

También se prevé crear una nueva casilla destinada a ‘Fines Culturales’ en la declaración de la renta, que se sumará a las ya existentes para Fines Sociales y la Iglesia. El resto de la financiación procederá de aportaciones particulares y de empresas mediante desgravaciones, cuyo porcentaje aún no ha sido establecido por Podemos, y con aportaciones de la Administración central y otras administraciones.

Asimismo, el 1,5% cultural reflejado en la Ley de Patrimonio Histórico para los contratos de obras públicas será una competencia exclusiva del Ministerio de Cultura y Comunicación. Hasta ahora está compartida con el Ministerio de Fomento.

Podemos pretende cambiar las especificidades laborales y fiscales que tienen en la actualidad los profesionales de la cultura, como se ha exigido repetidamente desde la Unión de Actores, quienes ven en esta medida gran parte de sus peticiones. Para ello elaborarán un nuevo Estatuto del Artista que atienda a las necesidades de los llamados “intermitentes”, es decir, aquellas personas que no trabajan de continuo en un solo proyecto, otra idea que también procede de Francia.

Para estos intermitentes “cuyas rentas sean elevadas pero irregulares en el tiempo, se establecerá un criterio de prorrateo a los efectos de aplicación del tipo fiscal correspondiente, con el objetivo de garantizar sobre estas rentas la progresividad contemplada en la LIRPF”, según señala el borrador. Por otro lado, para todo tipo de autónomos la liquidación de los impuestos trimestrales será con la fecha de pago del servicio prestado, y no con la emisión de la correspondiente factura.

Asimismo se modificará el grupo específico de epígrafes en el IAE para adaptarlo a las nuevas necesidades de los profesionales culturales por cuenta propia, con la idea de unificar al sector y vincular las medidas expuestas a sus características concretas.

En el marco de este nuevo Estatuto del Artista también se modificará la actual Ley de Cooperativas “para fomentar las actividades sin ánimo de lucro”, como señala el borrador, con el fin de “permitir la creación de cooperativas de trabajo asociado a trabajadores intermitentes”.

Esta propuesta también tiene su raigambre francesa. Podemos propone un Plan coordinado con otros dos organismos: la Escuela de Espectadores y el Plan Operativo para una Ciudadanía Lectora que contemplará más apoyos a las bibliotecas con la creación incluso de una Plataforma Pública para el préstamo de libros electrónicos –ahora mismo los contenidos y la tecnología están en manos de una empresa privada, Odilo-. Otro de los ejes de este Plan es la dotación de contenidos culturales a las televisiones públicas, principalmente La 2, que pretende ser el canal cultural por antonomasia con contenidos ligados al canal europeo ARTE.

El Plan Operativo para la Ciudadanía Lectora también desarrollará proyectos con las bibliotecas escolares y políticas comunicativas de lectura en las televisiones públicas.

Se creará un nuevo organismo llamado Unidad de Coordinación entre la Secretaría de Estado de Igualdad y el Ministerio de Cultura y Comunicación para promover la igualdad en el sector. Hay varias acciones, entre ellas, aumentar la presencia de mujeres en las actividades culturales y su gestión y fomentar la creación cultural con perspectiva de género. No obstante, en todo el documento se omite la palabra ‘cuota’.

Vuelve la ‘Marca España’ con una nueva Oficina de mediación bajo un sello llamado EsCultura que coordinará los diferentes organismos que se dedican a la labor de internacionalización, o como dice el borrador, “dando a conocer la cultura producida en España en el exterior”.

Esta oficina “establecerá una acción coordinada y común para asistir a los agentes culturales de todas las expresiones artísticas y facilitarles el acceso a fondos y subvenciones extranjeras garantizando una presencia continuada en los foros culturales internacionales”, resume un borrador que, no obstante, puede atenerse aún a cambios.