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“Busco asistenta del hogar. Solo españolas”

Una camarera de origen latino se dispone a preparar café en un bar / foto: EFE (archivo)

Hugo Domínguez

Nada más llegar a España, Doina –nombre ficticio– se registró en un portal de empleo donde especificó sus aptitudes como asistenta doméstica. Las ofertas no tardaron en llegar y a los pocos días de pisar suelo español ya disfrutaba de una nómina. Diez años después, a las dificultades para lograr un empleo derivadas de los altos índices de paro se ha añadido otro obstáculo. Muchos anuncios de trabajo le exigen un requisito imposible de conseguir: ser española.

Algunas de las ofertas de empleo emitidas por particulares han pasado de mostrar indiferencia ante el origen geográfico de un candidato a marcar como requisito indispensable que el aspirante sea español. Doina lo ha vivido en su propia piel, su nacionalidad ha pasado a ser determinante.

Con la crisis económica, han caído en picado las peticiones de trabajo que antes se acumulaban en la bandeja de entrada de su correo, y algunos de los escasos anuncios clasificados que aguantan el chaparrón captan su atención por una frase: “Absténgase extranjeros”. “Ahora me encuentro con anuncios donde solo se piden españolas”, cuenta al teléfono la aspirante, que en Internet se define como “chica rumana, ordenada, puntual y con disponibilidad inmediata”.

Estos comportamientos xenófobos han encendido las alarmas en la ONG Red Acoge. “No solo ocurre con las asistentas, también lo hemos identificado en ofertas de carniceros o de camareras”, detalla Inés Díez, responsable del área jurídica de la organización. Detrás de esta conducta está, según la abogada, el desempleo. Tiempo atrás, algunos parados de origen español hubieran descartado un puesto para atender detrás de una barra, pero ahora, con más de cuatro millones de personas en paro registradas, el panorama ha dado un vuelco. “Es un hecho novedoso lo que está ocurriendo”, abunda Díez.

Cuando la Red Acoge detecta una de estas ofertas de empleo primero intenta que el empleador la retire. “Algunos responden bien y reculan. Se justifican diciendo que no se habían dado ni cuenta cuando lo escribieron. Sin embargo, otros se lo toman mal y responden diciendo que ellos tienen libertad para hacer lo que quieran”, dicen desde la ONG. Esta contestación es similar a la que ofreció Tamara –nombre ficticio– cuando eldiario.es contactó con ella.

“Es mi anuncio, y yo hago lo que quiero”

Al exponerle la denuncia de la Red su voz amable se trunca, y se vuelve a la defensiva. Mediante un anuncio en la página web Mil Anuncios, Tamara intentaba dar con una señora, con experiencia contrastada, que cuidara de sus hijos y que se encargara de mantener limpia su casa. A todo esto añadía una pauta más: no podía ser extranjera. “Es mi anuncio, y yo hago lo que quiero. No tengo por qué explicar la razón ni las intenciones. Considero que no está mal”, zanjó.

Su anuncio sigue los mismos parámetros que la mayoría de los documentados por la Red Acoge. Como se puede observar en la imagen, primero se suelen enumerar las características para optar al puesto, esto es, la experiencia adquirida, el género y la edad, y a este perfíl se le incorpora, normalmente entre paréntesis, y sin que sea excesivamente vistoso, la aclaración de que solo quieren españoles. En la mayoría de casos prescinden de una retórica directa como puede ser el “absténgase extranjeros”, y se limitan al “solo españoles” o a secas “españoles”.

Un fenómeno “todavía muy pequeño”

La socióloga del CSIC Ana María López comparte el diagnóstico de la Red Acoge, aunque cree que estamos ante “algo todavía muy pequeño”, si bien apostilla que no se debería pasar por alto. La experta centra su discurso en la lacra del paro como la responsable de estos tics racistas, aunque expone una causa más: el efecto llamada. “Cuando la gente ve que en algunos anuncios solo buscan españoles, se produce un mimetismo y siguen los mismos pasos”, cuenta Ana, quien destaca que, aun así, en España los sentimientos de rechazo derivados de la crisis no se han producido en la misma proporción que en otros países vecinos.

Si acabase la crisis, apunta, este tipo de actos probablemente también desaparecerían. Para la socióloga es algo coyuntural “que debe ser objeto de una regulación específica”. A este respecto, ya existe una legislación pero la línea que separa la ilegalidad de la reprobación moral es muy fina.

El artículo 512 del Código Penal expone: “Los que en el ejercicio de sus actividades profesionales o empresariales denegaren a una persona una prestación a la que tenga derecho por razón de [..] su pertenencia a una etnia, raza [...] incurrirán en la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio, industria o comercio, por un período de uno a cuatro años”.

“Es difícil tipificar el delito con ofertas de particulares”

Para la jurista Inés Díez, el Código Penal es laxo con los particulares. “Es difícil tipificar el delito si se trata de una persona física, sin embargo, está pensado para castigar a funcionarios o las empresas”. Es decir, una empresa que iniciara un proceso de selección nunca podrá publicar un anuncio con connotaciones xenófobas.

A nivel internacional, existen precedentes. Un juzgado francés condenó al fabricante de productos cosméticos Garnier y a la empresa de trabajo temporal Adecco por aplicar criterios racistas en la contratación de vendedoras de productos capilares en el año 2000.

¿Es algo transversal o solo ocurre con las ofertas de empleo? Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia, observa este fenómeno como “una campaña” que ocurre en distintos ámbitos “como la ayuda de comidas o el trabajo, con el mantra de primero los españoles”. “Pese a todo no ha crecido la mentalidad xenófoba, no hay un brote”, valora Ibarra.

La otra pata de la mesa son los portales digitales que sirven como plataforma para que los particulares alojen las ofertas de empleo. Desde Mil Anuncios.com, una de las más distinguidos en el sector, responden que no tienen “ningún interés en tener anuncios ilegales en la web. Por ese motivo, inciden en que ”los anuncios que no cumplen con las condiciones de uso de la página y son denunciados se borran automáticamente“.

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