Bruselas vigilará los flujos de importaciones de aluminio por las medidas de EEUU

La Comisión Europea anunció hoy la introducción de un sistema de vigilancia de las importaciones de productos de aluminio con el objetivo de anticipar posibles distorsiones en el mercado europeo causadas por los aranceles del 10 % de Estados Unidos a las importaciones de varios países.

El nuevo sistema requerirá que las compañías que quieran importar productos de aluminio en la Unión Europea soliciten una licencia de importación que será concedida de manera automática pero “dará a la Comisión una revisión en tiempo real de los flujos comerciales”.

“En respuesta a los nuevos aranceles de Estados Unidos del 10 % y al potencial desvío del comercio hacia el mercado europeo, esta medida permitirá a la UE monitorizar de cerca las tendencias de importación de aluminio”, señaló la Comisión en un comunicado, y agregó que los productos vigilados serán los mismos que quedan cubiertos por los aranceles de Washington.

El sistema tiene objetivos “puramente estadísticos” y, dado que la licencia se otorga automáticamente, no afectará a los flujos comerciales, pero Bruselas cree que le permitirá “anticipar cambios súbitos” en el comercio de aluminio y, si es necesario, “actuar de forma oportuna y compatible con la Organización Mundial del Comercio para prevenir daño económico a los productores europeos”.

Las importaciones de acero, el otro material afectado por los aranceles de EEUU, tienen su propio sistema europeo de vigilancia en marcha desde junio de 2016, que permitió a la Comisión abrir una investigación a finales de marzo al detectar “pruebas” de que las importaciones de ciertos productos de acero se habían incrementado.

Bruselas temía que esta tendencia se hiciera más fuerte tras la entrada en vigor de los aranceles estadounidenses, de los que la UE está temporalmente exenta, por lo que inició una investigación sobre 26 categorías de productos de acero que podrían entrar en el mercado europeo pese a que inicialmente estaban destinados al país norteamericano.

Esta investigación podría resultar en la introducción de medidas de salvaguardia para proteger el mercado europeo, una de las tres respuestas que Bruselas contempla en reacción al anuncio de los aranceles que realizó la Administración estadounidense.

El bloque comunitario está exento de los mismos hasta el próximo 1 de mayo, cuando Estados Unidos deberá decidir si prorroga la exención, y Bruselas mantiene contactos constantes con Washington para intentar garantizar una excepción “permanente e incondicional”.