Los datos que enfrían el optimismo del Gobierno sobre la brecha salarial
“No nos metamos en eso”. Lo dijo hace unos días el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una entrevista. La polémica surgida a raíz de sus palabras en un momento en que la discriminación que sufren las mujeres está más que nunca en el debate público ha hecho que Rajoy recule. “No mantengo lo que he dicho, basta que haya una duda para no mantenerlo”, señaló este martes en otra entrevista. Sin embargo, el presidente ha alimentado, junto a otros miembros del Gobierno, el optimismo respecto a la brecha salarial con afirmaciones que sitúan a España en mejor situación que la media europea y en un camino que, parece, conduce a su desaparición. Hay datos, sin embargo, que enfrían su alegría.
El dato que repiten desde el Gobierno es que la brecha salarial se sitúa en España en el 14,9%. Estaría, así, por debajo de la media europea (en el 16,3%) y de otros países como Alemania (22%), Dinamarca (15,1%) o Austria (con un 21,5%). Ese dato sin embargo se calcula teniendo en cuenta el salario medio bruto por hora y “sin ajustar”, es decir, sin tener en cuenta variables como el tipo de trabajo, sector y jornada.
“Con este método se pretende que el trabajo a tiempo parcial, que tiene más incidencia en las mujeres, no influya tanto en la amplitud de la brecha, pero olvida el impacto de otras brechas, entre el salario de trabajadores a tiempo completo y parcial o entre otros tipos de contrato”, explica la economista Carmen Castro.
Además de este dato general, hay otras formas de calcular la brecha salarial y otras cifras que sirven para tener una foto más detallada.
Sueldo bruto, según el INE
Si atendemos, por ejemplo, a la Encuesta de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE) podemos obtener los sueldos brutos medios anuales percibidos por hombres y mujeres. Los hombres ganan, de media, 25.727 euros anuales y las mujeres, 19.744 euros, es decir, hay una diferencia del 23,2%.
Menos aumento para ellas
El sindicato UGT comparaba en un informe los salarios del último año disponible, el 2014, con el anterior, el 2010. El resultado muestra que los salarios brutos de los hombres aumentaron en ese periodo en 247,5 euros y los de las mujeres, 9,6 euros. En esos cuatro años, la brecha entre mujeres y hombres aumentó en todos los conceptos que componen el sueldo: salario ordinario, pagas extraordinarias y valor en especie. La brecha, además, está presente en todos los sectores de actividad, en todos los escalafones y en todos los niveles educativos.
Los complementos premian la disponibilidad
UGT destacaba que los complementos salariales y las horas extraordinarias están detrás de buena parte de la brecha salarial: los hombres perciben más cuantía por estos conceptos que las mujeres. Sobre los complementos, tanto sindicatos como expertas detectan que las labores desempeñadas por hombres tienen asociados más 'bonus' mientras que en los trabajos más feminizados estos apenas se reconocen. Por ejemplo, un albañil puede tener un plus de peligrosidad pero una limpiadora que utiliza un producto tóxico, no.
Otro estudio de CCOO señalaba que el número de hombres que cobran plus de nocturnidad duplica al de mujeres que lo perciben. También son más los hombres que reciben plus de fin de semana y por realizar horas extraordinarias. Se trata de conceptos que premian disponibilidad horaria, una característica reñida con los cuidados.
“Lo más adecuado sería cruzar estas brechas salariales con las brechas en las horas que dedican hombres y mujeres a cuidar”, dice Carmen Castro. Es decir, es la falta de reparto equilibrado del trabajo de cuidados no remunerado (que siguen asumiendo mayoritariamente las mujeres) lo que influye en que las condiciones salariales de ellos sean mejores.
La declaración de Hacienda
Otra manera de medir la brecha, señala Castro, es tomar como referencia los ingresos brutos declarados a Hacienda. En este caso, la diferencia aumenta: “Se ve la incidencia del tiempo parcial o la rotación en el empleo. Hay muchas mujeres en los tramos bajos de ingresos que ni siquiera alcanzan el mínimo para hacer la declaración de la renta”.
Ese es otro de los datos a tener en cuenta: más allá de la brecha entendida como un promedio, hay que observar la concentración de mujeres y hombres en cada tramo salarial. “La brecha hace una media en la que entran los salarios más altos y más bajos, pero si observamos la estratificación salarial vemos que las mujeres son mayoría en los deciles salariales más bajos, mientras que en los altos son mayoría hombres”, apunta la economista.
Las cifras de la OIT
Otro estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) analizó las diferencias salariales teniendo en cuenta el nivel educativo, el tipo de trabajo y de jornada. El análisis reveló una brecha del 17% y la certeza de que el conjunto de esa brecha se debía a factores que no son objetivos, es decir, que no tienen que ver con si esas personas trabajan a tiempo parcial o completo, con su cargo o experiencia. Es más, la OIT afirmaba que, si se atendía a esos factores objetivos (Educación, competencias profesionales, intensidad del trabajo, etc), en España las mujeres deberían ya cobrar de media más que los hombres.