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La justicia triplica la indemnización para el becario de 42 años que trabajaba en la banda municipal de Palencia

Luis Miguel (a la derecha de la imagen, con un platillo en la mano), junto a sus compañeros de la Banda Municipal de Música de Palencia.

Laura Olías

Tenían más de 40 y 60 años y son músicos con una larga experiencia, pero eso no impidió que fueran becarios de la Banda Municipal de Música de Palencia durante numerosos años consecutivos. En el caso de Luis Miguel, percusionista, casi una década en la que ocupó su puesto gracias a becas de prácticas y formación. Otro de sus compañeros, encadenó esta situación desde 1996. Sus casos, así como el de un tercer compañero, acabaron en los tribunales con el asesoramiento de CSIF, ya que entienden que sus funciones no eran las de becarios. Con varias sentencias a sus espaldas, Luis Miguel ha conseguido este abril que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León triplique su indemnización por despido improcedente: de los 2.393,93 euros a los 7.311,15.

El caso de Luis Miguel en los tribunales, así como el de otros dos compañeros becarios, se remonta a 2016. El percusionista explicaba a este medio en enero que al principio aceptó el puesto de becario “porque era una forma de entrar”. A su primera beca (por todo un año), en 2008 y con un ingreso mensual de 160 euros, le siguieron muchas más: todos los años hasta diciembre de 2016. En 2010, aunque el afectado asegura que también ocupó la beca, la justicia considera que no ha quedado constancia de ello.

Finalmente, hubo un momento en que los becarios senior dijeron “hasta aquí”. Ese punto fue 2016. Les prometieron que accederían por fin un puesto a través de un plan de empleo, explicaba Luis Miguel a eldiario.es, pero esto nunca llegó a suceder. Entonces, tres músicos del grupo de becarios denunciaron al Consistorio (gobernado por el PP desde 2011, tras dirigirlo el PSOE de 1999 a esa fecha) para demostrar que ocupaban puestos de trabajadores, no de becarios.

Para las becas del siguiente año (2017), el Ayuntamiento modificó las bases de acceso, con un nuevo criterio de edad que les dejaba de facto fuera de las plazas: el máximo para solicitarlas quedaba fijado en los 28 años. Este requisito es para el sindicato y los músicos denunciantes “una represalia” a sus denuncias y, por ello, exigieron a la justicia que considere sus 'despidos' (la imposibilidad de presentarse más) como nulos y los readmita como trabajadores laborales.

El triple de indemnización

En octubre, el TSJ de Castilla y León reconoció que la beca de Luis Miguel “encubría en realidad una relación laboral”: no se ajustaba a la finalidad formativa de la beca y el tribunal constataba “notas típicas de la laboralidad, pues hay ajenidad y dependencia”. En su sentencia, la Sala devolvía la denuncia de Luis Miguel a los juzgados de lo Social de Palencia, tras una primera sentencia que daba la razón al Ayuntamiento. El pasado diciembre, el juzgado número 1 reconocía finalmente el despido como “improcedente”, dando la opción al Ayuntamiento de readmitir al trabajador o de pagar una indemnización. El Consistorio se acogió a la opción, con el pago de 2.393,93 euros brutos.

Esa indemnización quedaba fijada por la magistrada en función del salario que Luis Miguel percibía como becario. A pesar de que quedó constatada la relación laboral encubierta, la jueza sostenía que no se había probado que “la jornada ni el resto de obligaciones fueran las equivalente a las de otro integrante de la banda”.

El músico recurrió de nuevo y este 18 de abril el TSJ de Castilla y León ha estimado parcialmente su demanda: considera que la indemnización debe calcularse en función del salario de un trabajador. Aunque reconoce que “los datos de los que disponemos son realmente escasos”, considera que con la información existente “es razonable fijar su jornada en el 60% de la ordinaria de los demás músicos de la Banda”. Así, el TSJ calcula de nuevo la indemnización, que se eleva hasta los 7.311, 15 euros.

“Lo que quieren es volver a la banda”

La victoria del trabajador es amarga, reconoce Valentín Martínez Arenillas, responsable del sector de Administración Local de CSIF Palencia. En el recurso, el demandante pedía que se declarara nulo su despido para conseguir su principal objetivo: ser readmitido, “volver a su puesto en la banda”. Ese punto no es atendido por el TSJ, que deja el despido en improcedente. Aunque esta modalidad también contempla la readmisión, Martínez Arenillas es poco optimista. “Aunque ellos no quieren ganar dinero, quieren su puesto de trabajo”.

El sindicalista destaca la importancia de un segundo punto que no estima el TSJ. El año 2010, la sentencia genera un vacío en el caso de Luis Miguel, así como en el del compañero que llevaba en la banda “desde 1996”. En ese ejercicio la jueza del juzgado de lo Social número 1 de Palencia establece que “no consta” que estuvieran en el grupo municipal. Por haber este salto temporal, las indemnizaciones se calculan desde las becas del año 2011 en adelante.

Aunque los dos músicos aseguran que fueron becarios en 2010, en el caso de Luis Miguel –el otro está pendiente de resolución– el TSJ mantiene el criterio de la jueza y calcula la indemnización desde 2011. “Para Luis Miguel suponen algunos años, pero para el otro compañero es muy relevante, llevaba desde el 96”, lamenta el representante de CSIF. El sindicalista reconoce que no podrán recurrir este último fallo, ya que deberían encontrar otra sentencia muy similar para presentar un recurso de casación para la unificación de doctrina. “A ver cómo encuentras un caso como este, con becarios de 60 años, es casi imposible”, concluye.

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