Denuncian una cadena de barreras burocráticas para poner en marcha el autoconsumo eléctrico en casa
Existe la idea generalizada de que el autoconsumo eléctrico está ‘penalizado’ para las familias a través del impuesto al sol. Es decir, que quien tiene una placa en casa para autoabastecerse tendrá que pagar todos los meses un impuesto.
Con la actual normativa vigente una vivienda no pagaría, siempre que tenga una potencia de menos de 10 kilovatios (el consumo normal de una vivienda no supera los cinco).
Días atrás el consejero extemeño José Luis Navarro criticaba que existe un desconocimiento generalizado en la sociedad. Y como origen, apuntaba a la ausencia de información desde el Ejecutivo central. A ello sumaba la incertidumbre que ha generado el marco reglamentario del autocosumo.
El proceso de instalación
En materia de obstáculos el Cluster de la Energía de Extremadura suma también una cadena de barreras burocráticas que frenan a las familias a la hora de animarse a instalar nuevos proyectos. Vicente Sánchez, del Cluster de la Energía, critica que la ley para el autoconsumo ha terminado por convertirse en “una norma hecha para paralizar el autoconsumo”. “Es una ley restrictiva, opaca, sin desarrollar que provoca que no instale ninguna”.
El proceso de instalación puede demorarse hasta medio año. Es necesario un estudio previo y una pequeña memoria para legalizar la instalación. También diferentes elementos técnicos que dificultan el proceso.
Además las familias tienen que disponer hasta de tres contadores diferentes, uno para la placa y su producción, y otros dos para la batería y para el consumo de la vivienda, de modo que aún se complica más el proceso.
Critica que no se aportan facilidades, en contra de los que ocurre en otros países, por ejemplo Portugal. Allí el proceso proceso es rápido y consiste en comprar la placa y darla de alta.
Familias y pymes no terminan por animarse
La moratoria aprobada en 2012 para el conjunto de las energías renovables ha supuesto “cinco años perdidos” para el desarrollo de nuevas plantas generadoras de energía renovable, según ha denunciado en reiteradas ocasiones el consejero Navarro.
En cuanto al autoconsumo, está convencido de que si hubiera una normativa “que transmitiera a las empresas que quieren invertir seguridad jurídica en el corto y medio plazo, hoy se estarían construyendo muchísimas plantas de energías renovables en España”. El resultado, que familias y pymes no terminan por animarse y montar su propia instalación.
“Podrían tener ya la instalación, amortizando en muy poco tiempo plantas de autoconsumo. Pero esa sensación de inseguridad, de inestabilidad y de no saber qué va a pasar mañana con la regulación oficial desanima y desmotiva a los inversores”.
