Error en la puntuación de Selectividad: “No podemos hacer nada aunque lleves razón”
Esther Cacho Lobo tiene 18 años, vive en Gévora, una pedanía del Ayuntamiento de Badajoz, y durante los dos últimos años, en bachillerato, se ha preparado duro para conseguir una nota con la que poder estudiar Medicina; sacó en él una media de 9,83, y matrícula de honor para que el dinero no fuera un problema y estar exenta de tasas al menos durante el primer año de carrera.
En junio, con esos premios a su trabajo, se presentó a la Selectividad (ahora EBAU, evaluación de bachillerato para acceso a la Universidad), pero se llevó un disgusto porque le suspendieron con un 4,5 en Historia, “algo que me sorprendió porque salí muy contenta del examen”.
Solicitó la revisión de nota, y un primer profesor le otorgó casi el doble, un ocho, y como la normativa dice que si la discrepancia supera los dos puntos se necesita un tercer calificador, se hizo y también le dio el ocho. Al final le hicieron la media aritmética de las tres notas, con lo que obtuvo una puntuación final en Selectividad de 12,44, cerca pero insuficiente para entrar en Medicina en Badajoz (le daría igual cualquier otra facultad española donde fuera admitida), donde la nota de corte va por 12,49, añade.
Una vez hecha sin remedio la media aritmética por los tres correctores de su ejercicio de Historia “tan solo podía ver mi examen y comprobar qué había sucedido en la primera corrección, y al ver esta corrección realmente vi la injusticia de la que soy víctima”.
Preguntas sin valorar
No se habían valorado, afirma, partes de ejercicios, o simplemente ante la ausencia de errores “me valora con un punto menos de la calificación total”. Pidió soluciones en la Universidad y “nadie supo dármelas, no existían mecanismos para arreglar nada, incluso llegaron a decir ‘no podemos hacer nada aunque lleves razón’ ”. Su exigencia es que al haber habido errores materiales y de bulto en la primera corrección, esa nota fuera anulada de oficio.
“Podrían haber interpretado eso, pero han optado por lo más cómodo para ellos”. Ni la apelación al rector de la Universidad de Extremadura, ni al vicerrector, ni al Defensor del Universitario han arreglado nada, este último le dijo que le quedaba un recurso judicial contencioso administrativo pero que seguramente lo perdería.
En ese caso de anulación de la primera nota tendría en Selectividad un 12,58 que le permitiría matricularse en Medicina de Badajoz; también pidió otras universidades, pero aún no le han contestado. De momento está fuera y resignada, si nadie lo arregla, a empezar Veterinaria en Cáceres u Odontología en Sevilla, lugares donde sí ha sido admitida.
Recurrió también a la consejera de Educación, ya que la comisión de evaluación de Selectividad es mixta UEx-Junta, pero no le contestó, y finalmente ha escrito al presidente de la Junta, Fernández Vara, que este miércoles le respondió que iban a pasar el caso a esa comisión mixta.
Queriendo luchar “por lo que verdaderamente me pertenece y determina mi futuro a la hora de acceder a una carrera u otra, seguí buscando algo que permitiera subsanar esta injusta situación, pero por lo que se ve nadie puede hacer nada, ni nadie tiene la potestad para solucionar nada, todos eluden su responsabilidad y le pasan el tema a otro.
Así llevo un mes y medio luchando tan solo escuchando mientras me ponen una mano en el hombro ‘pero tranquila, si ya verás cómo se soluciona’, pero nada cambia“.
