Por qué me niego a salir con alguien que usa ChatGPT: “Demuestra mucha pereza”

Alaina Demopoulos

12 de noviembre de 2025 21:49 h

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El escenario era digno de una película de Nancy Meyers. Estábamos en la región vinícola de Oregón, en un granero rústico-chic que rezumaba riqueza discreta, en la preboda de un amigo. “Este sitio es perfecto”, le dije al futuro novio. Se inclinó hacia mí como si fuera a contarme un secreto: “Lo encontré en ChatGPT”.

Sonreí tensa mientras él me describía cómo había utilizado la IA generativa para planificar las etapas iniciales de la boda. (También contrataron a un wedding planner humano). Respondí educadamente. Sin embargo, en mi interior, tomé una decisión: si mi futuro cónyuge acudía a mí con ideas para la boda cortesía de ChatGPT, no habría boda.

Algunas personas tienen requisitos ineludibles en sus relaciones. No fumar, ser amante de los gatos, querer tener hijos. En los últimos meses, mientras las advertencias sobre un inminente fin del mundo provocado por la IA dominaban mi feed de noticias y las conversaciones en las fiestas, se me ocurrió una nueva. No saldré con alguien que utilice ChatGPT. (O cualquier otro programa de IA generativa, pero con 700 millones de usuarios semanales, ChatGPT es, con diferencia, el más popular y, por lo tanto, el objeto de mi desprecio).

He oído todos los “y si...”: ¿Y si lo uso para mi trabajo, pero por lo demás lo odio? ¿Y si lo uso para ayudar a la gente? ¿Y si solo lo uso como herramienta de corrección, nunca lo usaría para “escribir” nada? A todo eso respondo: hay gente ahí fuera para ti. Pero yo no soy una de ellas.

"Getting the ick [expresión coloquial en inglés] es lo que a veces llamamos sentir repulsión. Parte de esa repulsión es no entender realmente por qué te parece tan impropio el comportamiento de alguien. Por ejemplo, una vez sentí repulsión al ver a un hombre beber un batido con una pajita. Al principio, mi aversión a ChatGPT me pareció una simple repulsión, un sentimiento instintivo de disgusto que carecía de un razonamiento sólido.

Pero aquí estamos, en otoño de 2025, y utilizar el programa incluso para tareas inofensivas como elaborar una rutina de ejercicios o decidir qué ponerse se siente cada vez más como una elección política. Sabemos que la tecnología, que consume mucha energía, agota nuestros recursos hídricos y aumenta las facturas de electricidad. Se vende como un placebo para la conexión humana; que personas solitarias y desconectadas encuentren compañía o incluso se enamoren del código no es tanto un argumento de ciencia ficción como la forma en que funcionan las cosas ahora. Los multimillonarios tecnológicos que están a cargo de todo esto piensan primero en las ganancias y luego en las personas.

De acuerdo, ChatGPT te ayuda a escribir la lista de la compra. Pero, ¿tu comodidad personal compensa el daño social que puede causar?

Por si no hubiera hecho ya suficiente, ChatGPT ha conseguido empeorar aún más las citas. Una buena amiga me contó recientemente que pasó una noche con un hombre y, por la mañana, le sugirió que desayunaran juntos. Él sacó su teléfono, abrió ChatGPT y pidió sugerencias de restaurantes. ¿Por qué acercarse a alguien que externaliza las decisiones, incluidas las divertidas, como elegir dónde comer? Si alguien es tan perezoso que recurre a ChatGPT para planificar una primera cita, imagina el poco esfuerzo que dedicará al cabo de seis meses.

No puedo imaginarme formando una conexión profunda y duradera con alguien que interactúa regularmente con una tecnología que está mermando nuestra capacidad de atención colectiva y que tal vez esté anunciando el apocalipsis total. Curiosidad intelectual, creatividad, originalidad... Probablemente, no encontraré lo que valoro en alguien que piensa que “productividad” significa pedirle a una aplicación que resuma el argumento de una película para no tener que perder el tiempo viéndola.

Utilizar ChatGPT incluso para tareas inofensivas como elaborar una rutina de ejercicios o decidir qué ponerse se siente cada vez más como una elección política

Ali Jackson, coach de citas y relaciones con sede en Nueva York, utiliza ChatGPT para algunas tareas, pero no predica a su favor. En los últimos seis meses, dice que “todos” sus clientes han acudido a ella quejándose del "chatfishing o de las personas que utilizan la IA para generar todo en sus aplicaciones de citas, hasta los mensajes directos que envían. Le pregunté a Jackson si mi ataque contra los idiotas de ChatGPT era demasiado duro. Me dijo que no, que siguiera adelante y juzgara, aunque eso pudiera limitar mis posibilidades de encontrar pareja, ya que alrededor del 10% de la población adulta utiliza ahora esta tecnología. “Pregúntate si tus preferencias realmente te ayudan a alcanzar tus objetivos a largo plazo”, dijo Jackson. “En tu caso, supongo que ese es uno de tus valores, y es importante encontrar a alguien cuyos valores coincidan con los tuyos”.

Hay otras personas a las que les repugna la IA, y no solo en lo que respecta a las citas. Ana Pereira, de 26 años, vive en Brooklyn y se encarga del sonido en varios locales de música en directo de la ciudad. Fantasea con entrar en la configuración de su teléfono y desactivar las funciones de IA de todas sus aplicaciones, aunque las plataformas tecnológicas, desde Google hasta Spotify, hacen que sea casi imposible darse de baja. Pereira cree que usar ChatGPT “demuestra una gran pereza”. “Es como si no pudieras pensar por ti mismo y tuvieras que depender de una aplicación para ello”, afirma.

Dos amigos de Pereira han tenido recientemente una ruptura sentimental muy complicada. Ella se puso del lado de uno de ellos después de enterarse de que el otro había acudido a ChatGPT, una alternativa a la terapia notoriamente horrible, en lugar de a su pareja, cuando quería hablar de sus sentimientos. “Es como si no quisieran soportar ningún sentimiento humano incómodo”, dijo. “Solo querían procesar algo y seguir adelante, pero las cosas no funcionan así”.

De repente, no podía hacerlo por mí mismo. Dependía demasiado de la IA para hacer las cosas más básicas [en el trabajo]

Richard Barnes, de 31 años, que trabaja como biólogo marino y camarero en un restaurante de Hawái, se siente igualmente cansado. “No sé si pensaría de otra manera sobre alguien que utiliza ChatGPT, pero diría: 'venga ya”. “No necesitas depender de ello para hacer la lista de la compra. Probablemente, tu vida no sea tan difícil. Podemos hacer la lista juntos”.

Cuando el director Guillermo del Toro dijo que “preferiría morir” antes que usar la IA generativa, fue noticia. Lo mismo ocurrió con la diatriba de SZA en Instagram contra la tecnología, en la que advertía sobre el “racismo medioambiental” y expresaba su temor por los usuarios que son “codependientes de una máquina”. Lo mismo ocurrió cuando Simu Liu, Alison Roman, Céline Dion, Emily Blunt y otros hicieron declaraciones críticas con la IA en sus respectivas industrias. Creo que estas citas se vuelven virales por una razón: la gente está de acuerdo con ellas.

Incluso, en cierta medida, las personas que impulsan la industria tecnológica. El mes pasado, Pinterest añadió un filtro que permite a los usuarios desactivar el contenido de IA. Meta permite a los usuarios silenciar, pero no desactivar por completo, contenido similar en Instagram. The Information recogió que la “resistencia al cursor” está aumentando, ya que algunos técnicos de Silicon Valley no utilizan la IA para escribir su código.

Luciano Noijeen, ingeniero de software con sede en Grecia y los Países Bajos, me contó que en el pasado utilizaba con entusiasmo la IA para escribir o mejorar su código. Con el tiempo, se dio cuenta de que no podía programar por sí mismo. “Antes lo hacía de forma automática”, dijo Noijeen, de 27 años. “De repente, ya no podía hacerlo por mí mismo. Dependía demasiado de la IA para hacer las cosas más básicas [en el trabajo]”.

Noijeen dejó de utilizar la IA para programar y la utiliza con mucha moderación en su vida personal. Se burla de los amigos que la utilizan en exceso. Recientemente, se reunió con un viejo amigo que vive a tres horas en tren. Decidieron encontrarse a mitad de camino. El amigo dijo que utilizaría ChatGPT para encontrar el lugar adecuado, pero Noijeen se limitó a mirar un mapa. “Hay una ciudad justo en medio”, dijo. “¿Por qué necesitas preguntarle eso a ChatGPT?”.

No es que quiera salir con un ludita que destruye máquinas (aunque no me opondría). Por ingenuo que parezca, quiero vivir una vida libre del control de ChatGPT. Recientemente, puse mi postura en el perfil de una aplicación de citas, respondiendo a la pregunta de Hinge “no deberías salir conmigo si” con: “Utilizas ChatGPT para cualquier cosa”. Ayuda a dejar claro el mensaje.