Cuando la Fundación Cristóbal Balenciaga fue consciente de la existencia de una serie de archivos del diseñador guipuzcoano, comenzó a buscar la forma de adquirirlos con el objetivo de exponerlos en el museo que lleva su mismo nombre ubicado en su Getaria natal. No fue hasta 2021 cuando se dio el primer paso, que suponía en contactar con Lorenzo Riva, propietario de la -hasta ese momento- desconocida colección de documentos del diseñador. Riva, actual propietario de la empresa Arts Consulting, trabajó como director artístico para Balenciaga entre 1980 y 1982 y, al salir de la empresa, negoció una indemnización económica y otra en archivos del diseñador, que por aquel entonces no eran considerados como un patrimonio valioso. No obstante, hoy en día su valor ha cambiado y el Gobierno vasco ha adquirido la colección compuesta por 8.362 documentos por 650.000 euros.

La colección está compuesta por bocetos de complementos, modelos, tejidos, atelier encargado y otras informaciones complementarias. 1.000 de ellos contienen muestras de tejidos, en su mayoría de los años 60, pero se incluyen bocetos de ideas de los 50, anotaciones de fechas y lugares concretos en los que se realizaban las presentaciones de las colecciones de los vestidos y, para asombro de los expertos, figurines para teatro de mediados de los años 40, otra de las pasiones del diseñador de moda. A pesar de ello, ninguno de los bocetos está firmado por Balenciaga, pero los exámenes realizados determinan que el 18% de la colección incluye anotaciones y dibujos hechos a mano por el diseñador, mientras que el resto corresponde a colaboradores sin identificar que formaban parte de su equipo.

Según ha confirmado el consejero de de Cultura y Política Lingüística y portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, que ha presentado la colección en Bilbao junto a la directora del Museo Balenciaga de Getaria, Miren Vives, el presupuesto de la adquisición ha ascendido a 650.000 euros. Sin embargo, Vives ha recalcado que su valor cultural es “mucho más”. “¿Cuál es el valor de unos fondos culturales? Para saberlo hay unas características objetivas y subjetivas. Las más objetiva es el precio al mercado, pero no había referencias similares, porque ha habido ventas de bocetos, pero no de la cantidad que nos encontramos hoy. Otro de los factores a estudiar para determinar el valor es la autenticidad, si se puede constatar que ha habido una transmisión directa, si constituyen una entidad única, la singularidad, si hay más o no, y, sobre todo, qué aporta desde un punto de vista estratégico a una entidad como la nuestra”, ha explicado Vives.

Este archivo, según ha detallado, abre la puerta a nuevas investigaciones centradas no en los diseños de Balenciaga, sino en el proceso de elaboración de los mismos. “Se trata del único archivo conocido de semejante magnitud e importancia. Ningún otro museo del mundo conserva un fondo documental específico de Balenciaga de esta naturaleza, y solo la actual firma Balenciaga, que carece de una vocación de acceso público a sus archivos, dispone de un fondo mayor”, ha asegurado. En este sentido, Vives ha aclarado que existen exposiciones temporales y periódicas de los diseños de Balenciaga, pero desde un ámbito privado, ya que el carácter privado de la firma lo lleva a realizar actividades sin fines públicos.

150 bocetos expuestos en el Museo Cristóbal Balenciaga en primavera

Por su parte, Zupiria ha destacado que la adquisición de la colección “enriquece el patrimonio documental de Euskadi”. “Este fondo documental ayudará a entender la manera de trabajar del modisto de Getaria y el proceso de trabajo en los talleres de costura, además de ser testimonio de una parte de la sociedad de mediados del siglo XX. Será la primera colección de Balenciaga de este tipo que esté en manos públicas. El resto está en manos privadas, concretamente en poder de la marca Balenciaga París, por lo que resulta muy enriquecedor desde el punto de vista patrimonial para la conformación del patrimonio cultural vasco”, ha indicado.

A partir de ahora, el Archivo Histórico de Euskadi en colaboración con el Museo Cristóbal Balenciaga, deberá realizar el inventariado de los archivos y digitalizarlos para que las investigaciones posteriores que se realicen no dañen los documentos, que si bien han sido correctamente guardados por el diseñador italiano Lorenzo Riva durante todos estos años, no han tenido una protección especial para evitar que se dañen. Una vez los digitalicen y realicen los trabajos de reestructuración necesarios, 150 de los bocetos se expondrán a lo largo de la primavera en el museo de Getaria. “Los ámbitos de investigación y de conocimiento que abre esta colección son muy importantes y gracias a ello podremos entender mejor el proceso creativo de Cristóbal Balenciaga, el aspecto que menos documentado está de todos y el que, por la tipología de los documentos que hay aquí, más nos va a ayudar. Para mí eso no tiene precio”, ha sentenciado la directora del museo.

elDiario.es/Euskadi recoge en una fotogalería algunos de los bocetos adquiridos: