Blogs Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Cinco años de ofensiva de la ultraderecha en Europa
La amnistía llega a su votación final y Feijóo pide elecciones anticipadas
Opinión - Con la venia, respeten la ley. Por Neus Tomàs

Iron Maiden se parapeta en sus clásicos en la gira The book of souls

Recibí algunas críticas cuando me atreví a decir que el último disco de Iron Maiden, The book of souls, era largo, pesado, mediocre y repetitivo. No me sentaron mal. Las esperaba. El tiempo me ha ido dando en parte la razón: el poso del disco es muy flojo y la banda ha debido de percibirlo a la hora de elegir su repertorio para la gira de este 2016, porque en debut en Florida ha hecho esbozar una sonrisa a sus seguidores con 15 canciones que, en conjunto, no defraudarán a nadie.

Es pronto para juzgar si la forma vocal de Bruce Dickinson es la aceptable tras su enfermedad, démosle unos cuantos conciertos de margen. Lo que es evidente es que Steve Harris ha decidido no tocar íntegro The book of souls (habían insinuado en algunas declaraciones esa posibilidad) y rescata la artillería pesada con seis clásicos para la recta final que harán salir a todos con una gran sonrisa. Es decir, la primera mitad del concierto será pesada y espesa con las nuevas canciones, pero la traca final se prevé memorable.

Hallowed be thy name, The number of the beast, y un cierre inédito, nunca explorado antes por Maiden, con Wasted years pueden ser explosives. Eso contando con que a Fear of the dark no lo sacan del repertorio ni los antidisturbios y que Blood brothers va ganando peso con el avance de tiempo. Hay, además, joyas que se intercalan como Children of the damned o la mítica Powerslave que nos permitirán gozar.

En resumen, nueva y esperada gira en la que Dickinson es una incógnita con una segunda parte del setlist que contentará a todos. A la espera de sus conciertos nos quedamos. Esta, por cierto, es la intro:

Y aquí el set-list de la gira:

Recibí algunas críticas cuando me atreví a decir que el último disco de Iron Maiden, The book of souls, era largo, pesado, mediocre y repetitivo. No me sentaron mal. Las esperaba. El tiempo me ha ido dando en parte la razón: el poso del disco es muy flojo y la banda ha debido de percibirlo a la hora de elegir su repertorio para la gira de este 2016, porque en debut en Florida ha hecho esbozar una sonrisa a sus seguidores con 15 canciones que, en conjunto, no defraudarán a nadie.

Es pronto para juzgar si la forma vocal de Bruce Dickinson es la aceptable tras su enfermedad, démosle unos cuantos conciertos de margen. Lo que es evidente es que Steve Harris ha decidido no tocar íntegro The book of souls (habían insinuado en algunas declaraciones esa posibilidad) y rescata la artillería pesada con seis clásicos para la recta final que harán salir a todos con una gran sonrisa. Es decir, la primera mitad del concierto será pesada y espesa con las nuevas canciones, pero la traca final se prevé memorable.