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El monstruo de la abstención

Está siendo un 'día de después' de infarto. Y ya no por los resultados de las elecciones municipales y forales. Pedro Sánchez acaba de devolvernos a campaña electoral con un adelanto que nadie esperaba.

Los resultados obtenidos por los partidos que conforman el Gobierno de coalición, junto con el aumento de la abstención, dan señales evidentes y Sánchez adelanta las elecciones con un socio de Gobierno que desaparece y con una Yolanda Díaz con poco tiempo para negociar la coalición y las listas de Sumar.

Probablemente Sánchez ha medido y le salen las cuentas centrado en el bipartidismo y con un PP más Vox que no suman suficiente. Lo que me pregunto es si alguien ha hecho alguna lectura correcta de lo que significa que la abstención sea quien obtiene los mejores resultados con una tendencia creciente.

En el día de después, se escucha a los diferentes responsables de las diferentes formaciones culpar de su fracaso a la abstención como si se tratase de un monstruo que cada cita electoral sale del armario a tragarse a los y las votantes. La abstención es el resultado de la incapacidad de movilizar principalmente a jóvenes, mujeres y personas de la llamada clase baja que son quienes concentran, en mayor medida, ese 40% de potenciales votantes que optan por no votar.

En esa parálisis, EH Bildu ha sido la única formación que ha sumado votos. También en Vitoria-Gasteiz, donde partidos como Elkarrekin se desangran y donde el PNV recibe un castigo importante. No ha ocurrido sólo en la capital de Euskadi. Ahora el trabajo se centra en los despachos donde los diferentes dirigentes tendrán que trazar sus estrategias sabiendo que en dos meses se vuelve a las urnas y vamos a ver qué peso tiene esto en las decisiones que se tomen antes del 17 de junio, día en la que se constituyen los ayuntamientos.

Los resultados señalan un cambio de ciclo político claro que da la oportunidad a la generación de nuevas alianzas. El análisis en las primeras horas de la mañana podía ser uno, pero el anuncio del adelanto electoral genera otros marcos a tener en cuenta.

El Partido Popular ha anunciado por boca de sus diferentes portavoces que no va a permitir que gobierne EH Bildu y, en Vitoria-Gasteiz, eso supone darle la alcaldía a una candidata socialista. Es un PP cuyo eslogan era “Cambio” dispuesto ahora a que nada cambie y vuelvan a ser el tándem de PNV y PSE-EE quienes gobiernen en minoría la 'green capital'. Y a la vez, un PSE-EE que en 2015 se negó a entrar en la estrategia de evitar que gobernara la lista más votada queda ahora señalado por sus opciones para impedirlo.

Veremos también qué movimientos se dan estas próximas semanas, una vez que la disolución de las Cortes coge a pie cambiado a un PNV herido, con una reflexión importante que hacer y con una renovación generacional pendiente. Mientras, Arnaldo Otegi ya ha iniciado contactos para conformar alternativas progresistas en Euskadi, justo lo que el 23 de julio se juega en España y también en Europa, donde un Gobierno de Feijóo y Abascal dejaría sin apoyo las políticas climáticas en un momento donde las sequías y las inundaciones nos alertan de que no hay margen para no alinearnos con lo que expertos y expertas están advirtiendo.

El todo o nada de Sánchez es un órdago al futuro. Por eso, quienes hoy se esconden tras el monstruo de la abstención deben salir a derrocarlo. Y para ello, es importante interpelar a los y las más jóvenes, a quienes están engullidos por el monstruo de la abstención y que deberían tener un futuro por delante y no ser presa de otros monstruos como el de la crisis climática.

Está siendo un 'día de después' de infarto. Y ya no por los resultados de las elecciones municipales y forales. Pedro Sánchez acaba de devolvernos a campaña electoral con un adelanto que nadie esperaba.

Los resultados obtenidos por los partidos que conforman el Gobierno de coalición, junto con el aumento de la abstención, dan señales evidentes y Sánchez adelanta las elecciones con un socio de Gobierno que desaparece y con una Yolanda Díaz con poco tiempo para negociar la coalición y las listas de Sumar.