El Parlamento Vasco ha iniciado este lunes a las 9.00 horas una larguísima comisión con dieciséis comparecencias -tantas como carteras- y más de 200 intervenciones en la que, hasta el jueves, el Gobierno de Imanol Pradales expondrá el detalle de sus segundos presupuestos. Ha abierto fuego con una primera sesión de más de dos horas el hombre de los números del Ejecutivo, Noël d'Anjou, que ha insistido en ofrecer un techo de gasto de 16.300 millones de euros y no de 17.300, al no sumar la inyección extraordinaria de casi 1.000 millones con cargo a la deuda y para inversiones de la denominada “alianza financiera vasca”. Es para que no se pueda presentar como recorte en 2027. D'Anjou ha escuchado dudas y críticas de las cuatro formaciones de la oposición pero ha terminado con el mensaje de que no renuncia a llegar a acuerdos en las próximas semanas, salvo con Vox, aunque PNV y PSE-EE tienen mayoría absoluta y no necesitan a nadie para sacar adelante las cuentas tal y como las han diseñado.
D'Anjou prometió el pasado año, tras unas primeras negociaciones presupuestarias que no llegaron a ninguna conclusión, que este año adelantaría los contactos incluso antes de la aprobación del proyecto que ahora se desgrana en la Cámara. El Gobierno sostiene que ha cumplido el compromiso con una reunión en verano sobre las “directrices” económicas, con la ronda del lehendakari con los partidos en septiembre y con un “café” en el Parlamento entre D'Anjou y los líderes de la oposición. Incluso se desliza la idea de que la contraparte no ha entregado propuestas, una crítica particularmente intensa a EH Bildu. Pero los partidos entienden que no ha sido un esfuerzo extraordinario por tender puentes.
¿Cuál es el diagnóstico del Gobierno? Que ofrece unos números que mezclan “ambición” y “realismo”. Es una propuesta, tirando de argumentario, que facilitará a los jóvenes acceder a una casa y a la ciudadanía pasear con seguridad por las calles porque son ésas, junto con Ciencia, Universidades e Innovación, las áreas porcentualmente más reforzadas.
¿Y cuál es el análisis de la oposición? Pello Otxandiano, líder de EH Bildu, no aprecia que la propuesta sea verdaderamente “expansiva”. Jugando con los 16.300, apunta a un crecimiento del 4,1%, casi parejo a la subida del PIB nominal, del entorno del 4%. Es más, asegura que las mejoras para Vivienda o Seguridad se fundamentan en “recortes” en otras áreas, como Bienestar, Juventud y Reto Demográfico o Gobernanza, Administración Digital y Autogobierno.
Además, Otxandiano ha pedido poner las luces largas en el vehículo oficial y pensar que, a futuro, las previsiones de crecimiento son limitadas y, sin embargo, las necesidades de Salud o Educación crecientes. Es un “elefante” en medio de la habitación que nadie quiere ver, ha ironizado debido al envejecimiento de la población y a la “complejidad” que acarrea en las aulas la llegada de alumnado “extranjero”.
D'Anjou no ha evitado el cuerpo a cuerpo con Otxandiano. Ha señalado que gobernar es “un ejercicio de priorización” y defendido que, incluso sin los 1.000 millones -“me olvido de la alianza financiera vasca”- las cuentas “son expansivas”. “Expasivas sí son”, ha repetido. El consejero de Hacienda ha indicado que la llegada de fondos europeos se reduce ya de modo importante, al igual que las transferencias del Estado para infraestructuras. “Sin el efecto del MRR”, por ejemplo, el disponible “ordinario” mejora un 5,6%, ha apuntado.
Así, ha agregado que en Vivienda se ha logrado una subida nominal del 6,8% pero efectiva del 31% si solamente se tienen en cuenta los recursos propios. O del 37% si se suman los 20 millones del paquete de la alianza financiera vasca que irán al “fondo social” de la materia. En Educación, la subida mejora del 3% al 5,3% en recursos propios; y en Movilidad de 2,5% al 8,4%.
Desde el PP, Álvaro Gotxi ha criticado el incremento en altos cargos y asesores. Supera el 30% desde antes de la pandemia, ha indicado. Crece “sin límites” el volumen del personal de confianza y es “un modelo para sufragar la fiesta” de PNV y PSE-EE, en palabras del parlamentario 'popular'. A esto, D'Anjou ha replicado que el coste “total” de ese personal es “el 0,17%” del gasto total. “Además, somos personas que estamos al servicio de la ciudadanía, haciendo servicio público”, ha justificado. Según el consejero, la oposición tiene que fijarse en “aspectos mucho más interesantes” a la hora de analizar el proyecto del Gobierno.
Gotxi y D'Anjou se han enzarzado también a cuenta de las inejecuciones -el Gobierno admite de entrada que no gastará unos 300 millones, casi el 2% del total- y del crecimiento de la deuda. El Ejecutivo insiste en que Euskadi tiene cuentas “saneadas”, más que las de otras comunidades autónomas. Y que incluso con el 'one off' -ingreso excepcional e irrepetible- de los 1.000 millones Euskadi está por debajo de los límites autorizados por el Estado, que frisan el 15% del PIB. El PP ha animado al Gobierno a publicar toda la documentación sobre las reglas de gasto ante la sospecha de que haya “incumplimientos” y el consejero ha replicado que hay “trece” autonomías con ese problema, en una velada referencia a que muchas son del PP.
El Gobierno hará una ronda ahora con la oposición, salvo con la ultraderecha de Vox. El Ejecutivo siempre pone un cordón sanitario a esta formación y no cambiará de criterio este año. Sí citará a Sumar, que también ha calificado este lunes de poco “ambiciosos” los números para 2026. El PSE-EE, socio del PNV, ha matizado que las negociaciones están bien pero “siempre y cuando no se pretenda desvirtuar” el plan inicial de un Gobierno con mayoría absoluta. “Si podemos hacer algo por intentar mejorar el presupueto, nos sentaremos a hacerlo”, ha dicho el PP. Y Otxandiano ha adelantado que EH Bildu lanzará una propuesta específica sobre Vivienda. D'Anjou ha insistido en la posibilidad de “explorar” acuerdos pero ha avisado que toca “dejar de lado los intereses partidistas”.