El 5 de agosto es el día grande de las fiestas de Vitoria, el día de la Virgen Blanca. La proporción de Blancas, Zuriñes y similares entre las mujeres de la ciudad es casi tan alta como la de Fermines en Pamplona. Antes, en la noche del 4 de agosto, es tradicional el rosario o procesión de los faroles, que recorre las calles del centro de la ciudad. En esta colección de imágenes aparece un paso con una maqueta de la catedral que se pretendía construir en Vitoria y que nunca se completó. Al amanecer del 5 de agosto, el rosario de la aurora también ha sido multitudinario. Y a lo largo de toda la jornada es costumbre que las cuadrillas de blusas y de neskak hagan una ofrenda floral a la patrona. Son decenas los testimonios gráficos de sus aurreskus. Pero también es día de los primeros paseíllos. El viaje empieza en 1943.