El consejero de Salud, Alberto Martínez, ha asegurado en el Parlamento Vasco que los presupuestos de 2026 rebajarán los fondos destinados a lo que él denomina “colaboración público-privada” y que se traduce en privatización de servicios. La caída es simbólica, del 1%, pero Martínez entiende que sirve para iniciar el cumplimiento del compromiso de iniciar ese camino adquirido en el pacto vasco de salud de verano, en el que este asunto fue objeto de controversia. Además, ha incidido que buena parte del gasto privado que se mantiene va a “entidades sin ánimo de lucro”.
El titular de Salud ha explicado que se pagará, por ejemplo, 0,5 millones menos por la derivación a clínicas privadas de las mujeres que quieren ejercer el derecho al aborto. Hasta ahora, se hacía así en más del 95% de los casos. También ha indicado que está confirmada la publificación de unas ambulancias urgentes de Gipuzkoa que en Bizkaia y Álava ya son de Osakidetza. Sin embargo, aunque no ha entrado en detalles sobre ello, toca renovar los contratos de externalizaciones de las otras ambulancias, la contrata más grande de la Sanidad vasca, y ha adelantado que crecerá el coste anual a 121,9 millones por las mejoras en los convenios laborales. Ha dado el dato de que son 178 los millones dedicados a conciertos asistenciales. El sistema es “hoy más público que ayer”, se ha felicitado Martínez.
El consejero y su equipo, muy renovado con relación al que inició la legislatura, han incidido en que ese pacto ha impregnado todas las cuentas. El viceconsejero Gontzal Tamayo ha exhibido una “filmina” -así ha llamado al 'powerpoint' el socialista Ekain Rico- de los cuatro centenares de medidas previstas en ese documento el 7% ya están “avanzadas” y el 13% en estado “medio”. El resto está o en fase “inicial” (33%), sin iniciar (34%) o no hay datos (12%).
Martínez es el consejero con más presupuesto. Es casi un tercio del total de la comunidad autónoma, 5.327 millones. Osakidetza copa 4.276. El segundo departamento en gasto, Educación, queda a 1.000 millones de esa cifra. La mejora con relación a 2025 es muy similar a la media del disponible departamental, del 4,1%. Cada segundo, mantener en marcha el Servicio Vasco de Salud supone unos 135 euros.
El consejero se ha detenido también en el impacto de la inteligencia artificial en la Sanidad pública. Se emplea ya para ayudar a diagnósticos de cárcer o de otras patologías y para muchas otras funciones asistenciales. “Es extraordinario”, ha asegurado Martínez, que ha garantizado que ello redundará en la “equidad”. Sí ha mencionado que querría que la población extranjera conociera mejor derechos de que dispone como el programa PADI, de asistencia dental gratuita para menores.
En la comparecencia, el consejero se ha referido también a la falta de personal. En 2026, la ley de presupuestos prevé una nueva OPE para plazas de difícil cobertura. Martínez está satisfecho con el resultado de la anterior. “Iremos a buscar los médicos donde estén”, ha recalcado. Incluso ha asegurado por dos veces que se han quedado con el “105%” de los residentes formados. Los partidos de la oposición, EH Bildu, PP y Vox, han pedido más detalles sobre partidas y lanzado críticas, mientras que el PSE-EE ha dado su respaldo expreso a la gestión del PNV en Salud.
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