Extremadura, vigilante ante la viruela ovina después del foco en Ciudad Real

Los servicios veterinarios de Agricultura en Extremadura están en alerta y con más vigilancia desde que se presentaron los primeros focos de viruela ovina y caprina en el último trimestre de 2022 en zonas de Andalucía y la provincia de Cuenca en Castilla-La Mancha, y sobre todo tras la aparicion reciente de otro foco en Ciudad Real.

A raíz de la decisión del gobierno castellanomanchego de inmovilizar las 6.000 explotaciones de ovino y caprino de Cuenca, Ciudad Real, Toledo y Albacete, la Consejería de Agricultura ha explicado a la agencia Efe que desde el pasado año se realiza un seguimiento del comercio pecuario con dichas zonas y una particular vigilancia en explotaciones que hubiesen recibido habitualmente animales de las mismas.

En el último trimestre de 2022 aparecieron los primeros casos de viruela ovina y caprina ya se adoptaron medidas que se han mantenido hasta el momento, y ahora ante las nuevas sospechas aparecidas en Castilla la Mancha y la inmovilización de su censo, se complementan con la información actualizada de los focos.

Entre esta actuaciones figuran información técnica a veterinarios de Sanidad Animal y Salud Pública sobre dicha enfermedad y sobre la necesidad de incrementar las medidas de vigilancia y control tanto en explotaciones ganaderas, transporte de animales y mataderos.

Además, se ha trasladado dicha información a los veterinarios de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria y a través de los Colegios Veterinarios de Cáceres y Badajoz a todos los veterinarios clínicos de Extremadura con el fin de incrementar las medidas de vigilancia y en su caso detección temprana.

Productores

Al sector, a través de Organizaciones Agrarias en el Consejo Agrario de Extremadura (CAEX) se le trasladó información sobre la situación sanitaria y la necesidad de incidir en los ganaderos a la hora de evitar la adquisición de animales de las zonas afectadas y de incrementar las exigencias de desinfección de vehículos que lleguen a sus explotaciones. 

Para la Consejería de Agricultura, la mejor manera de impedir que esta enfermedad afecte a Extremadura es que el sector ganadero y de transporte de animales sea responsable y cumpla la normativa.

El gobierno extremeño añade que en las tareas de vigilancia del movimiento pecuario los Servicios Veterinarios de la Junta de Extremadura cuentan con el apoyo de la Delegación del Gobierno y del SEPRONA al que se le ha solicitado una especial vigilancia en toda la zona limítrofe con Castilla la Mancha.

En cuanto al sector del transporte de animales, se les insta a ser corresponsable de las medidas de control cumpliendo la legislación vigente limpiando y desinfectando los camiones tras cualquier transporte y antes de volver a cargar.

Esta enfermedad se expande por el movimiento de animales o por la contaminación de vehículos de transporte, por lo que “ si el sector actúa responsablemente y se declaran las sospechas, se controla el estado sanitarios de los animales de la explotación, se realizan sólo los movimientos autorizados y se desinfectan los vehículos de transporte el éxito del control de la enfermedad estará asegurado”.