Más de 400.000 extremeños están en riesgo de pobreza o exclusión
Cerca de 404.000 personas en Extremadura, el 37,6 % de la población de esta comunidad autónoma, estaba en riesgo de pobreza en 2018, a pesar del descenso registrado del 1,2 %, unas 15.180 personas, con respecto a 2017.
Si se le suma la población en riesgo de exclusión social, el porcentaje se eleva al 44,6 por ciento.
Son datos del último informe el “Estado de la Pobreza 2019” que ha presentado este miércoles en el Senado la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. Detecta grandes diferencias entre las comunidades del norte y del sur: las tasas más bajas de pobreza son del País Vasco y Navarra y las más altas se registran en Andalucía y Extremadura.
Privación material severa
La población extremeña en privación material severa era de 91.573 personas en 2018, el 8,5 % de la población total de esta comunidad autónoma, lo que supone casi 31.100 personas más que en 2017, informa la Agencia Efe.
De hecho, Extremadura y Andalucía han sufrido este último año un importante incremento de casi tres puntos porcentuales en ambos casos, lo que las ha catapultado a las primeras posiciones.
Atendiendo a este parámetro, Extremadura presenta el cuarto porcentaje más alto, sólo superada por Melilla (8,6%), Canarias (8,8%) y Ceuta (15,7%).
Asimismo, el 15,3 de la población extremeña vive en hogares con baja intensidad en el trabajo.
Renta media
La renta media extremeña por persona, la más baja del país, fue 8.503 euros en 2018, un 25 % inferior a la media nacional, es decir 2.900 euros menos. En penúltimo y antepenúltimo lugar se encuentran Canarias y Murcia, con rentas en torno a los 9.000 €, y que son un 21,4 %y un 20,1 % inferiores a la renta media nacional.
Dicha renta extremeña, a pesar de que aumentó en 250 euros con respecto a 2017, solo es mayor en 600 euros en relación a la de hace diez años (2009), que se situó en los 8.107 euros.
Datos nacionales
A nivel nacional, este análisis muestra un perfil de las personas pobres muy distinto al de la miseria y explica que una parte muy importante de la población pobre está constituida por personas españolas (80,5%), adultas (77,6%), con nivel educativo medio y además con trabajo.
“El desempleo no define a la pobreza; dentro del grupo más numeroso está el de las personas empobrecidas con empleo, nos debe hacer reflexionar, disponen de un empleo remunerado, pero cuyo salario no les permite disponer de los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas”, ha destacado el presidente de esta red que agrupa a más de 8.000 entidades sociales, Carlos Susías.
España mantiene la tendencia descendente por cuarto año consecutivo del porcentaje de personas en riesgo de pobreza (el 0,5), pero con menos intensidad (190.000 personas dejaron de estar en riesgo respecto a 2018).
“La crisis no ha generado la pobreza, la ha hecho más intensa y más extensa, porque ya teníamos una gran mochila anterior y hay que ver cómo se revierten estas situaciones, incluso las de antes de la crisis”, ha aseverado.
Pese al aumento del Producto Interior Bruto -el 17,5 % en los últimos cuatros años-, no han mejorado las condiciones de vida de las personas en situación de pobreza, ha lamentado.
“Mientras que a las personas con alto poder adquisitivo la salida de la crisis les ha costado dos años, las personas en riesgo de pobreza se mantienen en esa situación de riesgo más de 9 años después”, ha añadido el responsable de la red, que ha realizado su informe con datos oficiales (como Euroestat e INE).
El informe refleja que la privación material severa (no poder mantener temperatura adecuada en sus casas, tener una semana de vacaciones, comer proteínas dos veces a la semana y gastos imprevistos) se ha incrementado hasta el 5,4 % (más de 2,5 millones de personas) después de tres años de reducción interrumpida.
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