“Muchas veces vienen a la oficina y no saben ni lo que han firmado”. Esta es la realidad que cuenta Martín Rodríguez, un abogado que atiende la Oficina de Intermediación Hipotecaria de Jerez de los Caballeros.
Allí acuden personas a las que el desempleo azota desde hace años, a la espera del cobro de la renta básica. En otras ocasiones se enfrentan a un divorcio o una separación, y no tienen ingresos suficientes para mantener dos viviendas de manera simultánea.
Aunque las historias son diferentes el resultado es el mismo: familias que no pueden hacer frente al pago de sus hipotecas, o prevén que la falta de ingresos les puede llevar a dejar de pagar en breve.
Mediar con los bancos
Precisamente el trabajo de la oficina consiste en mediar entre los bancos y las personas afectadas, que protagonizan auténticos dramas de los que no saben cómo salir. Martín negocia varios casos la dación en pago de la vivienda, porque los afectados no tienen recursos ni para renegociar la deuda, explica este jurista.
En otros, los afectados se enfrentan a unas cláusulas suelo que hacen que no se beneficien de la bajada de los tipos del Euríbor, y por lo tanto paguen mensualmente más dinero del que les correspondería.
Una realidad demasiado frecuente
La realidad diaria de estos letrados muestra que as situaciones límite son más habituales de lo que deberían. Conscientes de ello, el Colegio de Abogados de Badajoz presta asistencia a personas sin recursos gracias a sendos convenios firmados con la Diputación y con el ayuntamiento de la capital pacense.
En el caso del convenio con la Institución Provincial, se trata de un servicio que acaba de comenzar, y presta servicios en Jerez de los Caballeros, así como en Castuera, Llerena, Olivenza, Puebla de la Calzada, Villafranca de los Barros y Zafra.
La oficina de Badajoz lleva seis meses abiertas, un periodo en el que ya han atendido a un centenar de usuarios, según han explicado a este diario Juan Carlos Pozo y Beatriz Guiberteau, responsables de atender la oficina.
¿Cómo es el proceso de negociación?
Estos letrados se han topado con entidades proclives a negociar, y otras, de grandes dimensiones, que bloquean el proceso casi desde el comienzo. No obstante, como la mayoría se han acogido al código de buenas prácticas sí se sientan a escuchar cada caso.
El primer consejo que transmiten es el mismo: que acudan a las oficinas para negociar con los bancos antes de dejar de pagar.
Según explican, es en este momento cuando se puede negociar con ellos medidas correctoras, alternativas, quitas o carencias de hasta dos años en el pago, en los que estas personas solo tendrían que hacer frente a los intereses. En otros casos, el pago de un pequeño alquiler, dándoles una alternativa habitacional.
Existe una moratoria para ejecutar el desalojo de las viviendas habituales, aprobada en un Real Decreto Ley de noviembre de 2012. Sin embargo, los abogados especializados en estas negociaciones advierten que los requisitos son tan restrictivos, y tan excluyentes, que no siempre puede pararse un lanzamiento bajo este paraguas, pese a que detrás haya historias de familias en riesgo de exclusión social, como marca dicha moratoria.
Por otro lado existe una sentencia del Supremo que considera abusivas algunas cláusulas suelo, pero este concepto no significa que las declare ilegales, sino ‘ilícitas’ en algunos casos. Si el banco se cierra en banda, y no acepta unas negociaciones pese a constatarse la existencia de cláusulas abusivas, aconsejan llevar el caso directamente ante los juzgados.