La secretaria general de UGT Extremadura, Patro Sánchez, ha subrayado este miércoles que los datos sobre la situación de la inmigración en la región demuestran que la población extranjera “no quita trabajo a nadie, no satura los servicios públicos y aporta más al sistema de lo que consume”. Además, ha señalado que no genera inestabilidad y contribuye a fijar población en una comunidad con un grave problema demográfico.
Sánchez ha comparecido en rueda de prensa acompañada por el responsable confederal de Migraciones del sindicato, Cesc Poch, con motivo del taller que UGT impartirá a sus delegados bajo el título ‘Prevención de bulos racistas y discursos de odio en el ámbito laboral’. El objetivo es que dispongan de herramientas para identificar y rebatir bulos, prevenir que los discursos de odio se normalicen en los centros de trabajo y frenar la criminalización de las personas migrantes, que puede derivar en discriminaciones laborales.
Según los datos aportados por el sindicato, a 1 de octubre de 2025 Extremadura contaba con 50.053 residentes extranjeros, el 4,75 % de la población, lo que la convierte en la región con menor presencia de población extranjera del país (0,66 % del total nacional). Aun así, la llegada de estas personas está ayudando a frenar la pérdida demográfica.
El 79,5 % de esta población tiene entre 15 y 64 años, y un 80 % se encuentra en edad laboral. Solo el 6,1 % supera los 65 años y un 14,4 % tiene entre 0 y 14 años, lo que para UGT evidencia su arraigo. La mayoría son mujeres (52 %) y cubren sectores con falta de mano de obra, como el empleo de hogar, los servicios sociales y sanitarios, el transporte o el almacenamiento.
En el plano laboral, a octubre de 2025 había en Extremadura 21.255 afiliados extranjeros, el 5,1 % de los cotizantes, con un crecimiento anual del 14,35 %. En cuanto a su procedencia, el 62 % procede de fuera de la Unión Europea, principalmente de Marruecos, Colombia y Brasil, mientras que la población europea llega sobre todo de Rumanía y Portugal.
Para Sánchez, estos datos permiten concluir que la población extranjera en Extremadura “es un activo demográfico y laboral” y que su presencia favorece el desarrollo económico, social y poblacional de la región.
Por su parte, Cesc Poch ha recordado que en España se jubilarán 5 millones de personas en la próxima década, mientras que solo entrarán en el mercado laboral 1,7 millones, una diferencia que no puede compensarse con la actual tasa de natalidad. “Es una fantasía de la extrema derecha pensar que la migración se parará y dejará de existir”, ha advertido.
Poch ha insistido en que las personas migrantes llegan a España porque hay trabajo y porque quieren construir un proyecto de vida. De hecho, de los más de 900.000 empleos creados en el país desde 2021, unos 700.000 han sido ocupados por personas de origen extranjero. “Eso sostiene el buen momento de la economía española”, ha destacado.
El dirigente sindical ha reclamado también medidas para atajar la inmigración irregular, “que le viene bien a la patronal y a la ultraderecha”, y ha defendido avanzar en las contrataciones en origen “con todos los derechos”. Para ello, ha dicho, es imprescindible la participación sindical y disponer de información detallada sobre las empresas contratantes para poder valorar las condiciones laborales y de vivienda.
En este sentido, ha criticado que, salvo en Huelva y Alicante, este año no se hayan convocado las comisiones de flujos migratorios provinciales, encargadas de garantizar que las contrataciones en origen ofertadas hayan pasado previamente por los servicios de empleo de cada territorio.