Es conocida la preferencia de Alberto Núñez Feijóo por una gran coalición entre PP y PSOE para gobernar España. Así lo ha reclamado en numerosas ocasiones en los últimos años, especialmente desde que el electorado dejó de otorgar mayorías absolutas en las generales. El presidente de la Xunta volvió a agitar esa propuesta a finales del pasado verano, cuando la repetición de las elecciones generales parecía ya inevitable, y lo ha vuelto a hacer ahora con especial intensidad ante el preacuerdo de los socialistas con Unidas Podemos para gobernar en coalición. Lo hace entre apelaciones a viejos cargos del PSOE, cuya intervención reclama en el marco de una petición general de “parar” lo que denomina “gobierno con el Partido Comunista”.
Feijóo ha sido cuestionado sobre ese nuevo escenario político estatal este jueves, tras la reunión semanal de su gobierno. Allí, en sede oficial, ha asegurado que su propuesta de pacto PSOE-PP para “parar” el acuerdo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sigue en pie y tiene el apoyo de la cúpula de los conservadores -la misma que, por boca de Pablo Casado, aseguró no estar dispuesta a ir “con Sánchez, ni a la vuelta de la esquina- porque ”procede más que nunca“.
Según Feijóo, que socialistas y populares gobiernen juntos o al menos pacten la investidura es ahora especialmente necesario porque lo pactado por Sánchez implica que “lo que denominábamos hasta hace bien poco Partido Comunista, Podemos y sus variables”, va a estar “en el Gobierno de España” con Iglesias en la vicepresidencia. “Y eso es preocupante”, más aún porque “la llave de ese gobierno entre el Partido Socialista y el Partido Comunista la tienen los partidos independentistas”, en referencia a Esquerra Republicana de Catalunya.
“Se alguien puede parar esta coalición entre el Partido Socialista y Podemos debería hacerlo cada uno en el ámbito de sus responsabilidades”, clamó Feijóo desde el atril de la Xunta de Galicia. Allí ha elevado a la categoría de “error histórico” este pacto.
Según el líder del PP ga llego, el PSOE ya no es “socialista” ni “español” como dicen sus siglas y por eso apela a los viejos tiempos y a antiguos líderes del partido. “Es el partido de Sánchez, no es el Partido Socialista de Felipe González, de Alfonso Guerra, de Rubalcaba, de Ibarra, de Javier Fernández”, se queja para ilustrar su pesar por una coalición que, de llevarse a cabo, augura que será “letal” para España.