La Comisión de Transparencia es el órgano que se encarga de resolver las reclamaciones relativas al acceso a la información pública, tal y como recoge la ley de transparencia gallega. Hasta ahora depende de la Valedora do Pobo, pero la Xunta ha decidido arrebatarle este mecanismo y entregárselo al Consello Consultivo de Galicia. El cambio aparece en el proyecto de la llamada ley de acompañamiento de los presupuestos de 2026 -que acaba de entrar en el Parlamento para su tramitación y aprobación-, como publica praza.gal.
El texto remitido a la Cámara gallega, en donde todavía se podrían introducir modificaciones -con el visto bueno del PP, que tiene mayoría absoluta-, modifica la Lei de transparencia e bo goberno para adscribir la Comisión de Transparencia al Consultivo y establecer su nueva composición. El presidente o presidenta será quien ocupe ese cargo en el Consello Consultivo. Habrá tres vocales: un representante de la Comisión Interdepartamental de Información e Avaliación de la Xunta, otro del Consello de Contas y uno más de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp). El secretario o secretaria será un letrado o letrada que esté al servicio del Consultivo.
El órgano que gestiona las quejas amparadas en la ley de transparencia saldrá así de la órbita de la Valedora. En este periodo, la Comisión de Transparencia ha emitido numerosas resoluciones obligando a la Xunta a hacer públicas informaciones que el Gobierno gallego se había negado a aportar.
La composición de esta Comisión adscrita a la Valedora tenía a esta como presidenta y a su adjunto o adjunta -habitualmente propuesto por la oposición- en la Vicepresidencia. Los vocales eran una persona de la Comisión Interdepartamental de Información e Avaliación de la Xunta, otra en representación del Consello Consultivo de Galicia, otra del Consello de Contas y una más de la Fegamp. Es decir, el Consultivo estaba representado en la Comisión de Transparencia dependiente de la Valedora, pero la Valedora no lo va a estar en la que dependerá del Consultivo.
Hay diferencias en la elección de los integrantes de la Valedora do Pobo y el Consello Consultivo. Según recogen sus respectivas leyes, en un caso el proceso en el Parlamento exige una mayoría cualificada -que implica, en la práctica, una negociación con la oposición-, mientras que los representantes del Consultivo pueden ser elegidos con la mayoría absoluta que tiene el PP. En concreto, la norma indica que en el Consultivo hay consejeros natos -pueden serlo quienes hayan presidido la Xunta- y electivos, que son cinco. Estos últimos deben ser juristas reconocidos y con experiencia. El nombramiento lo hace el presidente de la Xunta: elige a dos tras haber escuchado al Consello de la Xunta y a los otros tres a propuesta del Parlamento “de forma proporcional a la representación de los grupos parlamentarios”. El pleno debe aprobar esa lista con una mayoría de tres quintos en primera votación o mayoría absoluta en segunda votación.
En el caso de la Valedora, en la votación en el pleno del Parlamento, el candidato o candidata debe alcanzar el voto favorable de tres quintas partes del hemiciclo. Si no hay candidato que llegue a ese nivel de apoyo, la Comisión de Peticiones del Parlamento debe remitir sucesivas propuestas “hasta la obtención de la mayoría señalada”.
En Consello Consultivo fue objeto de modificaciones anteriores a través de la ley de acompañamiento, en la que la Xunta incluye habitualmente cambios de decenas de leyes en un trámite que evita un debate por separado. En 2017 introdujo un cambio por el cual los letrados pueden ser elegidos a dedo.