Joe Biden apenas tenía 29 años y era un desconocido en la vida pública en 1972 cuando se presentó por primera vez al Senado por Delaware, un pequeño estado de la Costa Este. Se enfrentaba al senador republicano Cale Boggs, un ex gobernador al que Richard Nixon había convencido para que se presentara por tercera vez. Biden apenas tenía el 3% de intención de voto cuando decidió alquilar el salón de fiestas más grande del estado para “celebrar la victoria”.
“Tan pronto como lo veía claro, era como una canción dentro de su cabeza y ya no tenía que pensar más. Simplemente lo hacía... Era el destino”, escribió el periodista Ben Crammer en su libro What It Takes: The Way to the White House.
Escribe María Ramírez