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Maduro presenta las elecciones como un plebiscito entre socialismo y neoliberalismo

Decenas de miles de chavistas colapsan Caracas en el cierre de campaña de Maduro. / Efe

Olga Rodríguez

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A las cinco de la tarde la tarima situada en la avenida Simón Bolivar, desde la que iba a hablar Nicolás Maduro, ya estaba llena de gente: gobernadores, ministros, periodistas, simpatizantes, analistas, amigos y conocidos, politólogos nacionales y extranjeros esperaban en ella la llegada del candidato chavista.

En el escenario, en un rincón, elministro de la Juventud y el Deporte daba el biberón a su bebé, un padre bailaba con su hija, un analista afinancado en Francia conversaba con una periodista, y los simpatizantes se colocaban en filas detrás del estrado intentando contrarrestar la mayoritaria espontaneidad.

En la pista, la música de baile y las canciones de recuerdo a Hugo Chávez se mezclaban con las palabras de un presentador que iba anunciando cuánto quedaba para que llegara Maduro.

Detrás del escenario, una pantalla gigante mostraba al candidato chavista avanzando entre la multitud por la avenida Simón Bolivar de la capital, de pie en lo alto de un vehículo, lanzando besos a la gente, bailando, riéndose, saludando, tocándose el corazón en señal de agradecimiento.

-Aquí viene el conductor de la patria, gritaba el presentador desde el escenario, haciendo referencia al pasado oficio de Maduro como conductor del metro.

El público coreaba “Chávez vive, la lucha sigue” y “Chávez, te lo juro, mi voto es por Maduro”, uno de los lemas de la campaña electoral. Entre el gentío, y como señal de apoyo, muchas mujeres lucían bigotes postizos similares al del candidato chavista.

-¿Dónde están las mujeres revolucionarias?“, gritó el presentador.

-Aquíííííí, contestaron las mujeres.

La gente ocupó varias avenidas para escuchar el discurso de Maduro. Uno de los primeros en llegar al escenario fue Maradona, que lanzó varios balones a la multitud, saludó, sonrió y abrazó a Nicolás Maduro cuando éste llegó.

Socialismo versus neoliberalismo

De nuevo Maduro ha presentado estas elecciones como un plebiscito entre socialismo y neoliberalismo, acusando a la oposición de ser y estar al servicio de la burguesía frente a los trabajadores.

“Yo no estoy aquí porque me mantengan los cheques económicos de la burguesía rancia caraqueña ni porque me arrodille ante el imperialismo. Mi única aspiración era ver una patria libre, de pie y socialista, y eso fue lo que nos dio Chávez”, proclamó.

“Llamo a la clase obrera y a los campesinos y a los hombres y mujeres de los barrios, a sus grupos culturales, deportivos, colectivos: Alerta máxima, sin caer en provocaciones y en paz, pero alerta máxima porque les están preparando”, advirtió. “Si nos buscan con un golpe de estado haremos una revolución más profunda que esta”.

Mientras hablaba, la gente se le acercaba desde abajo, entregándole retratos de Chávez o de él mismo.

“Pase ese retrato, que está bonito también”, decía Maduro cada vez que veía un nuevo cuadro entre la multitud. “Esto se está convirtiendo en una galería popular”, afirmaba sonriendo.

‘El presidente de la seguridad’

Maduro marcó la seguridad entre sus grandes prioridades.

“A los jóvenes les digo que voy a ser el presidente de la seguridad de este país. Tengo mensajes de 200 muchachos armados que están en el hampa y quieren dejar esa vida y venir a estudiar y trabajar. Me han dado esta camiseta que dice [mostrando la camiseta]: ”Fuerte, firme y seguro el hampa cambia con Maduro“. Están dispuestos a cambiar de vida. Vamos, dejen las armas, démonos un abrazo, cesen la violencia”, gritó.

Entre sus ‘temas focales’ también destacó la lucha contra la corrupción y la burocracia con planes de trabajo, las inversiones para generar empleo, el control del desabastecimiento “provocado por la guerra de la burguesía”, el control de la inflación y la garantía de los derechos sociales, junto con el fortalecimiento de las misiones.

También afirmó que reestructurará la red eléctrica para acabar con los apagones y subrayó la importancia del poder popular.

“Vamos a fortalecer el poder popular en las comunas, en los consejos comunales, en los sindicatos obreros, en los movimientos estudiantiles y juveniles, en los barrios, en el campo deportivo, artístico y campesino”.

Maduro pidió a los ministros y ministras que acudieran al estrado para acompañarle y, rodeado por ellos prosiguió su discurso, en una apuesta por una foto grupal. Más de cinco horas después de su inicio terminó el acto electoral, al grito de “independencia, patria socialista”.

Y de nuevo, la multitud volvió a corear “Chávez, te lo juro, mi voto es por Maduro”.

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