Al menos 900 personas han muerto y unas 3.000 han resultado heridas después de que un fuerte terremoto de magnitud 6,0 y varias réplicas sacudieran en la noche del domingo el este de Afganistán, cerca de Yalalabad, según ha declarado a la agencia AP el portavoz de la Autoridad de Gestión de Desastres Naturales de Afganistán, Yousaf Hammad.
“Se está evacuando a los heridos, de modo que las cifras pueden variar notablemente”, indicó el portavoz. ·El temblor “causó deslizamientos de tierras en algunas áreas, ha bloqueado carreteras que ya se han reabierto, y otras que se reabrirán para permitir el acceso a zonas a las que es difícil llegar”, ha añadido.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) situó el epicentro del sismo principal, de magnitud 6, a 27 kilómetros al este de la provincia de Nangarhar y a una profundidad de ocho kilómetros, lo que suele amplificar el poder de destrucción.
Al temblor inicial, registrado a las 23:47 del domingo hora local (19:17 GMT), le siguieron al menos dos réplicas de magnitud 5,2. Los movimientos de tierras han afectado directamente a una población de unas 12.000 personas, según la Oficina de la Secretaría General de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Los equipos de rescate trabajan desde la madrugada del lunes para localizar sobrevivientes entre los escombros, aunque las operaciones se ven dificultadas por los deslizamientos de tierra que han bloqueado carreteras clave en Kunar y Nuristán. Las autoridades temen que el balance aumente a medida que se accede a las zonas más remotas.
“Hoy es el segundo día desde el terremoto, han pasado más de 32 horas, y los heridos siguen llegando”, explicó a EFE el martes el doctor Sharif Khamosh, del Hospital Regional de Nangarhar, en Jalalabad, la capital de uno de los estados más afectados.
“Todavía recibimos reportes de personas atrapadas bajo los escombros. Algunos ya han muerto, y solo esta mañana tres aeronaves trajeron heridos al hospital”, añadió.
Los terremotos se sintieron con fuerza en las provincias orientales de Kunar, Nangarhar, Nuristán y Laghman, y las sacudidas alcanzaron también a Kabul, la capital.
Los talibanes reconocieron el lunes la magnitud del desastre. “Lamentablemente, el terremoto de esta noche ha causado muertes y daños materiales en algunas de nuestras provincias orientales”, escribió en la red social X el portavoz, Zabihullah Mujahid.
“Los funcionarios locales y los residentes están actualmente involucrados en labores de rescate. Equipos de apoyo del centro y de provincias cercanas también están en camino, y se utilizarán todos los recursos disponibles para salvar vidas”, añadió.
Las prioridades inmediatas son levantar refugios temporales y habilitar el acceso a agua potable, medicinas y alimentos de emergencia, según la OCHA.
La ONU liberó cinco millones de dólares de su fondo de respuesta global, mientras el Reino Unido anunció un millón de libras en ayuda de emergencia y la India envió un millar de carpas y toneladas de alimentos. China, Pakistán, Irán, Egipto y la UE también ofrecieron apoyo.
Afganistán, inmerso en una profunda crisis económica y con un sistema sanitario debilitado por la falta de recursos, enfrenta enormes dificultades para atender la emergencia, agravada por las restricciones impuestas por el régimen talibán y la reducción de la ayuda internacional en los últimos dos años.
La provincia de Kunar, hasta ahora la más afectada, está situada en la frontera con Pakistán, en la cordillera del Hindu Kush. La precariedad de las carreteras y un acceso casi inexistente a las comunicaciones en las zonas rurales dificultan la evaluación de daños y la coordinación de la ayuda.