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The Guardian en español

Minas marinas, el peligro mortal que acecha en el Mar Negro

Un cartel avisa del peligro de minas en una playa de Odesa.

Lorenzo Tondo

Odesa (Ucrania) —

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El 11 de junio, un hombre de 50 años entró a las tranquilas aguas de una playa de la ciudad ucraniana de Odesa. Como todos los fines de semana de verano, se había dado un chapuzón en este mar poco profundo para buscar caracoles marinos, una delicia local. Pero esta vez no volvió. Una mina explotó y lo mató al instante, ante la mirada horrorizada de su familia. Era una de las cientos de minas que plagan el Mar Negro, que han sido colocadas por ambos bandos de la guerra de Rusia contra Ucrania y representan ahora una importante amenaza para la población y también para la reapertura de las rutas del transporte de granos, detenido por el bloqueo marítimo de Moscú

“Es realmente un gran problema”, dice Vladlen Tobak, un exinstructor de buceo de la marina ucraniana y fundador de una escuela de submarinismo en Odesa. “Las minas están ahí juntos a otros dispositivos de la Segunda Guerra Mundial que aún no han explotado y que seguimos encontrando. La principal preocupación es que no sabemos cuántas minas se colocaron durante el bloqueo naval. Llevará mucho tiempo quitar todos estos dispositivos de las aguas”, apunta. 

Kiev y Moscú se han acusado mutuamente de haber sembrado de minas el Mar Negro. Aún se desconoce el alcance de las operaciones de minado, pero Sergei Bratchuk, un portavoz de la administración militar regional de Odesa, asegura que Rusia colocó entre 400 y 600 minas en la zona marítima ucraniana. El Ministerio de Defensa ruso y la Agencia de seguridad estatal, el FSB, advirtieron en marzo que había “minas flotantes ucranianas cerca de la costa de Odesa”, que supuestamente habrían quedado a la deriva tras una tormenta. Según Moscú, el ejército ruso ha identificado alrededor de 370 minas marinas ucranianas. 

Algunas están diseñadas para explotar al entrar en contacto con el casco de una embarcación, y otras están sujetadas por un cable de acero que las mantiene bajo el agua. Sin embargo, pueden soltarse durante tormentas y recorrer por largas distancias arrastradas por las corrientes del mar. 

A diferencia de las minas terrestres, las marítimas no están prohibidas por acuerdos internacionales. Sin embargo, el derecho humanitario internacional prevé algunas reglas. Por ejemplo, los Estados pueden colocarlas en aguas territoriales para defender sus costas de ataques externos, pero la Convención de la Haya prohíbe el uso de minas flotantes en aguas internacionales. 

Ucrania admitió en junio públicamente que había “instalado minas navales, en ejercicio de nuestro derecho a la autodefensa, tal como estipula el artículo 51 del acta constitutiva de Naciones Unidas”. El Gobierno, al mismo tiempo, prohibió los baños en las costas pero, con temperaturas que alcanzan los 35 grados, mucha gente ignora las restricciones y acude en masa a las playas. “Hemos colocado minas en la costa y en algunas áreas cercanas a la costa para evitar una invasión rusa desde el agua. Sin embargo, no conocemos con exactitud la cantidad ni la ubicación de las minas rusas”, confirma Roman Kostenko, miembro del Parlamento y un comandante de fuerzas especiales de Ucrania.

Preocupación en los países fronterizos

La presencia de minas marinas también implica una amenaza muy grave para otros países que bordean el Mar Negro. Funcionarios búlgaros advirtieron a los ciudadanos que viven cerca de la costa que se cuidaran de las minas y Rumania está trabajado para desactivar dispositivos hallados en sus aguas. En cuanto a Turquía, al menos dos minas parecen haber llegado hasta su costa, obligando a Ankara a discutir el asunto con Moscú y Kiev. 

El viernes, una mina antibuque flotó hasta la costa en la región de Odesa, según informó el servicio de prensa de la marina ucraniana. “Las fuerzas de defensa encontraron otra mina antibuque flotando en el Mar Negro cerca de la costa en la región de Odesa. Este peligroso hallazgo fue rápidamente desactivado por una unidad naval de las fuerzas armadas de Ucrania”, dice en un comunicado en Facebook. 

Al menos dos hombres ucranianos han muerto por la explosión de minas marinas en las últimas semanas. “No es solo la onda expansiva”, dice Oleg Solokha, un antiguo buzo militar ucraniano. “Cuando explota una mina, aunque no estés muy cerca, puedes perder el conocimiento o sufrir vértigos. Pierdes la orientación espacial y tu mente no entiende dónde es arriba y dónde es abajo. Es muy peligroso. Fácilmente, puedes ahogarte”, detalla. 

Una labor de desminado que durará años

Aún no está claro qué tipos de minas son las que flotan en el Mar Negro. Un funcionario del ministerio de Asuntos Exteriores dijo a Reuters en marzo que 472 minas marinas colocadas por Rusia eran del tipo “R-421-75”, que no estaban registradas ni habían sido usadas por el ejército ucraniano. “Hay diferentes tipos de minas marinas”, dijo Solokha. “Hay minas de contacto y minas magnéticas, y modificaciones de las que tienen vibrosensores. En el 99% de los casos sencillamente las detonamos, porque el trinitrotolueno viejo se vuelve inestable con el tiempo y las minas pueden explotar solas. Otra razón para detonarlas es que, si las minas permanecen mucho tiempo en el agua, es imposible desconectar los activadores [las puntas de la mina]”, explicó. 

Con los cambios de marea y las tormentas, la avería de los dispositivos anclados complica las labores de desminado. Los expertos coinciden en que podrían necesitarse años para desminar el Mar Negro, en la mayor operación de este tipo desde la guerra entre Irán e Iraq de los años 80. Un funcionario ucraniano asegura, bajo la condición de anonimato, que las autoridades planean una operación de barrido en busca de minas con el empleo de robots, pero que aún faltan meses para que se ponga en marcha. Kostenko confirma la existencia de un plan para desminar las aguas, pero dice que está solo esbozado.  

Traducción de Patricio Orellana

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