El tamaño sí importa: uno de los diseñadores de Xbox One habla sobre la necesidad de crear una consola fiable
Cuando una nueva consola llega a las tiendas no son pocos los jugadores que deciden no comprarla hasta que pasen unos meses a la espera de evitarse los consabidos primeros problemas de todo nuevo hardware, y es que de experiencias pasadas, como del famoso ‘anillo rojo de la muerte’ de Xbox 360, se aprende mucho.
Sin embargo tanto PS4 como Xbox One llegaron a las tiendas en noviembre de 2013 y por ahora no han dado demasiada guerra a sus primeros compradores, lo que confirma la buena labor realizada por sus responsables. Eso sí, salta a la vista que mientras que Playstation 4 cuenta con un diseño compacto y bastante fino, Xbox One bien puede ser comparada con un VHS de los noventa por su gran peso y tamaño, y eso dejando a un lado el hecho de que cuenta con alimentador de corriente que cualquier mafioso bien podría usar para mandar al fondo de un río al soplón de turno.
Sobre este hecho ha hablado con el portal MCV uno de sus principales diseñadores, Carl Ledbetter, asegurando que el diseño de Xbox One responde a la necesidad de crear una consola funcional y fiable, capaz de evitar problemas como el sobrecalentamiento a largo plazo, aunque reconoce que no pocos fans de la marca quedaron “algo decepcionados” cuando mostraron su diseño final.
“Muchos se sintieron frustrados, porque lo que todos queremos es un diseño finísimo y que no se caliente. Pero la realidad es que hay cuestiones del mundo real que afectan al enfriamiento del procesador y la cantidad de vatios que llegan a él, por lo que la máquina debe contar con un tamaño concreto para garantizar su buen funcionamiento. Siempre hay una dinámica interesante entre la ingeniería y el diseño, y las restricciones dependiendo del rendimiento”.