Adiós al maíz transgénico
El Ejecutivo subraya en un comunicado haber tomado esta decisión en aplicación del “principio de precaución” y tras haber seguido la recomendación de la Alta autoridad provisional sobre los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), que el pasado miércoles 10 de enero detectó “elementos científicos nuevos” y numerosas dudas sobre el cultivo de este tipo de maíz, el único transgénico cultivado en territorio francés.
“El Gobierno presenta una cláusula de salvaguarda sobre el cultivo del maíz genéticamente modificado MON 810 hasta la reevaluación por las instancias europeas de la autorización de comercialización de este OGM”, indica el texto gubernamental.
“Las conclusiones del comité de la Alta autoridad sobre los OGM, que establece elementos científicos nuevos y la necesidad de valoraciones complementarias sobre los efectos sanitarios y medioambientales del OGM MON 810 a largo plazo”, son las razones que han llevado a adoptar esa medida.
“Las dudas sobre este OGM actualmente cultivado en Francia no condena el interés de esta tecnología para afrontar los desafíos alimentarios y medioambientales”, matiza también el Gobierno, que anuncia un “plan de inversión sin precedentes en biotecnologías vegetales de 45 millones de euros que multiplica por ocho el presupuesto actual”.
La cláusula de salvaguarda está activada en este momento en seis países europeos y permite prohibir de manera provisional el cultivo o la venta de un OGM autorizado en la UE si se invoca un riesgo para la salud o el medioambiente.
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