Algunos de los afectados pakistaníes por las inundaciones regresan a casa
Con la reducción del nivel de agua de las inundaciones y el retroceso de ésta hacia el mar, miles de pakistaníes regresan a sus casas tras haber abandonado sus hogares a principios de agosto, cuando se iniciaron las inundaciones en el país. Aun así, Naciones Unidas (ONU) muestra preocupación por la malnutrición de los afectados y por el riesgo del aumento de enfermedades.
Miles de pakistaníes ya pueden volver a sus casas aunque muchos de ellos lo tienen que hacer a pie porque las carreteras han quedado inservibles y no hay barcos para todos. El nivel del agua está decreciendo y a medida que el agua se retira, se forman grandes lagos de agua estancada que pueden generar una zona de cultivo de enfermedades como la malaria, la disentería, anemia o problemas respiratorios.
A parte del riesgo de contraer enfermedades por las condiciones naturales, los trabajadores humanitarios en las zonas inundadas están cada vez más preocupados por la malnutrición de los afectados. El coordinador humanitario de la ONU , Martin Mogwanja, indicó que “se está respondiendo a la amenaza aunque reconoció que deben trabajar de forma más enérgica.”
Antes de las inundaciones el porcentaje de malnutrición ya era elevado en Pakistán y con las inundaciones ha crecido. “Debemos actuar para asegurar que los menores que ya estaban malnutridos no sucumban a la enfermedad e impedir que un número mayor sufra esta enfermedad”, añadió Martin Mogwanja.
La vicerepresentante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Karen Allen, también explicó que las enfermedades están aumentando, entre ellas la malaria y la diarrea, además “la malnutrición hace que los niños sean más vulnerables a las enfermedades y la enfermedad hace que los niños sean más propensos a estar desnutridos”, comentó. UNICEF intenta atajar esta amenaza remediando todas las causas de una vez, es decir, el sarampión, la polio, el tétanos y la tuberculosis están siendo tratados mediante programas de vacunas , cubriendo a más de 700.000 niños hasta el momento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) está contribuyendo en las campañas de inmunización y está apoyando al Gobierno a través de la distribución de medicamentos, clínicas móviles y el establecimiento de centros de tratamiento de la diarrea.
UNICEF ha distribuido agua potable a unas 2 millones de personas afectadas gracias al restablecimiento de 500 sistemas de suministro de agua potable y a la distribución de 500 tanques diarios, señaló el portavoz de UNICEF en Ginebra, Marco Jiménez Rodríguez. Aunque la organización también advirtió de que la falta de financiación está limitando la capacidad para seguir con la operación humanitaria. Así, la agencia indicó esta semana que necesita 141 millones de dólares para responder a las necesidades inmediatas de niños y mujeres porque hasta el momento sólo ha recibido 34 millones.
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