Anulan el 40% de los vuelos en los dos principales aeropuertos de París

La huelga general en Francia, a la que estaban llamados los controladores aéreos, ha provocado la anulación de casi el 30% de los vuelos programados desde el aeropuerto parisino de Orly y el 10% de los operados desde el Charles de Gaulle, según los datos de la Dirección General de Aviación Civil recogidos por los medios galos.

Air France prevé en su página web “ligeros retrasos” pero garantiza el cien por cien de los vuelos de larga distancia y la práctica totalidad de los de media distancia que salgan del aeropuerto parisino de Charles de Gaulle, así como el 70% de los que despeguen de Orly.

Por otro lado, el seguimiento del paro en la compañía nacional de ferrocarril, (SNCF) a las 10.00 horas era del 35,9 %, según la dirección, y del 41% según los sindicatos, un nivel de participación similar al alcanzado el pasado 29 de enero.

Mientras, la incidencia en el transporte está siendo la esperada y el paro se ve mitigado, como ya ocurrió en enero, por la aplicación de los servicios mínimos que están garantizando prácticamente la normalidad de las comunicaciones urbanas en París.

No obstante, la situación varía en función de las ciudades. Así, el transporte público se veía muy afectado por la huelga en Burdeos, Reims, Estrasburgo o Niza, pero era normal en Marsella. La circulación por las carreteras de la región parisina era, sin embargo, mejor que de costumbre.

Desde primera hora de la mañana han sido muchas las reacciones políticas a este nuevo pulso sindical frente a las políticas anticrisis de Sarkozy. Entre ellas, la de la primera secretaria de los socialistas franceses, Martine Aubry, que pedía al presidente desde Bruselas, donde acude a la cumbre social previa al Consejo Europeo de primavera, un plan de estímulo económico “a la altura” de otros países europeos.

El centrista François Bayrou decía en Canal Plus que la jornada de hoy traduce un movimiento “muy profundo” de todas las capas de la sociedad francesa, pero especialmente de las clases medias que se sienten “ofendidas” por determinadas declaraciones y opciones del Gobierno.

En el punto de mira de los sindicatos está también la presidenta de la patronal, Laurence Parisot, muy crítica con el “coste” de esta nueva jornada de huelga y que acusa a las centrales de “demagogia”. Los sindicatos no sólo creen que son unas palabras provocadoras sino que se derivan de un mal análisis de la situación.