El miércoles 11 de junio, el día festivo por San Bernabé, los feriantes y vendedores ambulantes del recinto ferial de Logroño apuraban las últimas horas de unas fiestas cortas cuando se desencadenó una fuerte tormenta. Fuertes rachas de viento, una tromba de agua e incluso granizo cayeron en minutos sobre este epicentro festivo. Carolina estaba trabajando en su puesto de juguetes y artesanía cuando un árbol de grandes dimensiones cayó encima y lo destrozó todo.
Lo más importante son los daños personales y afortunadamente ella está bien, aunque lamenta: “Por lo menos estoy con vida, pero igual nos tendría que haber pasado algo para que el Ayuntamiento hiciera algo”, afea el poco apoyo que ha sentido de la administración. En primer lugar, Carolina cree que deberían haberles avisado de las previsiones meteorológicas y los riesgos e incluso suspender la actividad como medida preventiva.
La tormenta arrasó todo en el puesto de Carolina, en el contiguo que estaban sus padres y en muchos de los compañeros de la fiesta de San Bernabé. “He perdido casi todos los productos que tenía expuestos, se mojaron, macharon o rompieron, pero lo he tenido que tirar casi todo”, cuenta sin poder todavía cuantificar a cuánto ascienden esas pérdidas. A ello se suma la propia estructura del puesto, que calcula en unos mil euros. Lo había renovado hace muy poco tiempo y la caída del árbol lo destrozó por completo entre rotura de hierros y cartones mojados e inservibles.
Carolina recuerda que en el momento de la tormenta se quedó en shock y solo quería salir del susto. Al día siguiente, cuando volvió a su puesto con la intención de recogerlo todo, la Policía Local no les permitió estar allí. “Yo pensaba que el Ayuntamiento de Logroño nos dejaría un día para recoger e intentar salvar algo, pero la Policía Local nos dijo que nos teníamos que ir y que nos iban a multar si vendíamos. Yo no quería vender, queríamos secar y arreglar las cosas”, dice con decepción.
Ante la situación, asegura no haber tenido ninguna noticia del Ayuntamiento de Logroño, que cree “se ha lavado las manos”: “Yo acudí al Ayuntamiento ayer y me derivaron de una unidad a otra sin respuestas, al final solo pude dejar un escrito y no sé si recibiré respuesta”.
Por su parte, el Ayuntamiento de Logroño ha asegurado a Rioja2 que hay un atestado de Policía Local y, por tanto, el seguro de Logroño Deporte se hará cargo de la situación, ya que el árbol que cayó estaba en Las Norias. Afirman que desde el seguro se pondrán en contacto con la damnificada cuando se realice la tramitación.
Mientras tanto, Carolina se ha tenido que volver a Valencia, donde reside, dejando en Logroño su carro y habiendo perdido su medio de vida: “Vivimos de esto, es nuestro pan, cada fin de semana estamos en los mercados con este puesto que me ha costado mucho esfuerzo tenerlo bonito para que un día venga un árbol y lo pierda todo”.