Atentados a pocos meses de las presidenciales
Los ciudadanos colombianos están viviendo los primeros meses de 2010 entre gran incertidumbre. Todo empezó con la decisión de la Justicia colombiana que impedía al actual presidente del país, Álvaro Uribe, presentarse como candidato en los próximos comicios presidenciales de los que era favorito. Los resultados de las recién celebradas elecciones regionales (sin tener en cuenta las numerosas denuncias por fraude electoral) muestran el apoyo del pueblo colombiano al gobierno de Uribe, por lo que la carrera entre sus partidarios para sucederlo en el cargo ya ha comenzado.
En este clima, las encuestas previas a las campañas electorales por la presidencia del país adelantan la victoria del ex ministro de Defensa y líder del derechista Partido de la U, José Manuel Santos.
El antiguo titular de Defensa cuenta con más de diez puntos sobre el segundo candidato, la dirigente del Partido Conservador Noemí Sanín, y en caso de que en primera vuelta no lograra bastantes apoyos para ser envestido presidente vencería a cualquiera de sus posibles rivales en segunda vuelta.
Los datos, provenientes de una encuesta realizada por la empresa Gallup y dada a conocer este miércoles, otorga a Santos el 34,2% de los votos en primera vuelta. Le siguen Sanín, con el 23,4 % de los sufragios, y el ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, líder del Partido Verde, que obtendría el 10,4% de los votos.
Tras ellos habría otros cuatro candidatos a mucha más distancia. Se trata del partido Polo Democrático, al que la encuesta otorga el 6,3% de los votos; la formación Cambio Radical, que se haría con el 6,2% de los sufragios; el partido Compromiso Ciudadano por Colombia, que alcanzaría el 6,1% de los apoyos, y el Partido Liberal, al que votarían el 5,1% de los colombianos.
Puesto que ninguno de los candidatos lograría superar la barrera del 50 por ciento de los votos en primera vuelta, sería necesario celebrar una segunda convocatoria electoral entre los dos candidatos más votados, que tendría lugar en junio.
En esta hipotética segunda vuelta la encuesta le otorga el 44,7% de los votos a Santos, sucesor político de Uribe, mientras que Sanín obtendría el 43,3% de los sufragios.
Por otro lado, Colombia sigue viviendo insegura por actos violentos como la explosión de un coche bomba ayer en la ciudad costera de Buenaventura, donde fallecieron al menos nueve personas y más de 50 resultaron heridas.
Las autoridades locales han atribuido incialmente la responsabilidad del ataque a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La explosión del vehículo, un Mazda 323 de color verde cargado con más de cuarenta kilos de explosivos, causó importantes daños en la sede de la alcaldía y de la Fiscalía de Buenaventura. El agente de Policía Edwin Carvajal Velásquez, de 20 años, y el funcionario de la secretaría de Gobierno Efraín Ruiz Gamboa murieron como consecuencia de la explosión.
“El vehículo fue dejado frente a la sede de la URI [Fiscalía], pero no se puede decir contra qué entidad estaba dirigido porque en el sector quedan varias dependencias oficiales. Lo que sí está claro es que es un atentado contra la ciudadanía, porque es un sector muy concurrido. Es un atentado contra Buenaventura y su comunidad”, indicó el secretario de Gobierno de Buenaventura, Henry Moreno.
Un total de 56 heridos fueron trasladados a diferentes centros hospitalarios
para ser tratados, según el diario El Tiempo. Entre los hospitalizados había funcionarios, policías, vendedores ambulantes, periodistas y peatones. Tres de ellos perdieron la vida en las últimas horas al no poder recuperarse de sus heridas.
Tanto el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, como el jefe del Ejercito colombiano, el general Freddy Padilla, condenaron el ataque y señalaron que todo el país debe estar a alerta ante posibles nuevos ataques. “No podemos mantener la guardia abajo, no podemos confiarnos, habíamos recuperado mucho a Buenaventura y estos hechos demuestran que no nos podemos confiar”, dijo Uribe durante un acto celebrado en Medellín.
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