Baltasar trajo varios 'Zapatos' en la segunda feria
La segunda de feria del zapato se han lidiado reses de la ganadería de Baltasar Ibán, bien presentados, con casta y nobleza, varios de ellos aplaudidos en el arrastre, segundo y sexto, el quinto ovacionado de salida, el primero blando de manos, pero una gran novillada para haberse calzado el zapato con varios de ellos. Los novilleros Adrien Salenc palmitas y vuelta al ruedo, Ángel Téllez palmas en ambos y Alfonso Ortiz silencio.
Adrien Salenc al que habría plaza lo lanceó por verónicas por ambos pitones, tras la voltereta que se dio el novillo comenzó la faena doblándose con él, lo toreó en redondo pero no llegó a la grada porque el astado besaba el albero de flojo, algún natural templadito pero faena de muleta a media altura, lo pasaportó y escucho unas cariñosas palmas. En el cuarto de la tarde no llega acoplarse de salida, Pedro Iturralde realiza un gran tercio de varas, realiza una faena dándole mucho aire al novillo, pero firme, en momentos con temple, se perdió con el mal manejo de los aceros, dando una vuelta al ruedo.
Ángel Téllez, en el segundo de la tarde comenzó la faena doblándose con el burel, un astado que exigía una mano con mando por ambos pitones y más profundidad, en ciertos momentos tuvo repercusión pero lo desarmó en varias ocasiones, perdiendo con los aceros una gran oportunidad de lio grande, palmas. En el que hizo quinto de la tarde se desmonteraron con los garapullos Fernando Téllez y el “Niño de Santa Rita”, tras el brindis al respetable se colocó en centro del ruedo y se lo trajo por la espalda, para comenzar a bajarle la mano, la faena firme y en momentos brilló por su temple, buenos naturales cerrando la faena con unas manoletinas, volvió a fallar con los aceros, palmas para el coletudo.
Alfonso Ortiz, en el tercero no entendió a un novillo que metía bien la cara por ambos pitones, no llegó acoplarse con las embestidas por que le toca los engaños en cada pase y por ese motivo comenzó a calamochear, silencio tras los aceros. El sexto con el que terminó la tarde, otro buen novillo, lanceó por verónicas con la capa, con la muleta otro novillo que pedía el carnet de profesional, con peligro sordo, pero para haberle sacado una faena de mayor calado, tras manejar los aceros, silencio.
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