Células madre de médula ósea para la piel
BELÉN DIEGO: CORRESPONSAL DE RIOJA2 EN SAN FRANCISCO
Las células madre hematopoyeticas pueden ser una opción terapéutica para las personas con Epidermiolisis Bullosa (EB), un trastorno caracterizado por la extrema fragilidad de la piel. Lo plantea un estudio que acaba de avanzar la revista científica ‘Blood’, publicación oficial de la Asociación Americana de Hematología (ASH), que estos días celebra su congreso anual.
Se trata de una enfermedad rara, que exige protección de las lesiones de la piel para evitar complicaciones, como infecciones secundarias, y casi siempre acaba siendo motivo de discapacidad. Aunque suele poner en riesgo la vida cuando el paciente es un recién nacido, hay otras formas severas de la enfermedad, como la EB distrofia recesiva (también conocida por sus siglas en ingles, RDEB), que puede significar anos de sufrimiento. El origen de esta patología es una reducción de la variedad de colágeno llamada colágeno 7, un componente vital de la piel. Su falta hace que el simple roce con la ropa, caminar o alimentarse, produzcan lesiones por fricción en la piel, ampollas y heridas.
La enfermedad puede evolucionar hasta el desarrollo de un cáncer de piel que se conoce como carcinoma de células escamosas. En la actualidad no hay tratamiento curativa para estas personas, solo cuidados para intentar aliviar los síntomas.
Jakub Tolar, de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) ha llevado a cabo un experiment para “estudiar si las células madre pueden ser una opción de tratamiento viable, ya que estas células son capaces de produce proteínas como el colágeno”, en sus propias palabras.
“La piel –añade-, el mayor órgano del cuerpo, puede beneficiarse significativamente de una fuente renovable de células sanas que mejoren la conexión entre la dermis y la epidermis y fortalezcan la piel contra las agresiones que recibe cada día”.
En su análisis, un equipo de investigadores observe a un grupo de ratones modificados genéricamente para determinar si su producción de colágeno 7 se incrementaba con esta técnica. Utilizaron células madre de la médula osea (hematopoyeticas) para aumentar la concentración de células capaces de produce dicha proteína.
De acuerdo con sus resultados, la infusión de este tipo de células a animales afectados por RDEB, es una formula valida para controlar el avance de la enfermedad. Las células se desplazaron a las zonas de piel debilitadas por la enfermedad, incrementaron el colágeno y las fibras y de esa forma fueron capaces de prevenir la formación de ampollas, mejorando también los indices de supervivencia de los ejemplares estudiados. Ademas, en los animales que se sometieron a este experimento, mejoraba la formación de ampollas y otras lesiones, y llegaron a observarse procesos de cicatrización de lesiones antiguas.
“Estos datos –asegura Tolar- son la primera prueba de que una cierta selección de células madre de la médula osea pueden unir la dermis y la epidermis en un modelo animal de enfermedad, y ofrecer un enfoque valido para un futuro tratamiento de la RDEB y otras enfermedades similares”.
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