Continúa la conmoción por la tragedia de Tucson
Los ciudadanos estadounidenses continúan conmocionados por el tiroteo que el sábado pasado se produjo en Tucson , en el estado de Arizona, y que costó la vida a seis personas e hirió de gravedad a la congresista demócrata Gabrielle Giffords. Los actos de condolencia y recuerdo de las víctimas se han producido por todo el país, teniendo como punto de referencia la propia ciudad de Tucson.
Allí, en el McKale Memorial Center de esta ciudad ante unas 18.000 personas ,el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha instado a los estadounidenses a aprovechar el tiroteo para “ponerse en el lugar del otro”.
“Debemos empezar a hablar con el otro de una forma curativa, no dañina”, dijo Obama en referencia a las críticas realizadas al movimiento ultraconservador Tea Party por el discurso incendiario que ha abanderado en el último año con motivo de las elecciones legislativas celebradas el pasado 2 de noviembre.
“La política, los puntos de desacuerdo y la mezquindad se alejan con la llegada del nuevo ciclo de noticias. Pero solo un discurso público más civilizado y honesto puede ayudarnos a enfrentar todos nuestros cambios como nación”, apuntó.
Con estas palabras, Obama rehusó buscar “explicaciones simples” a la matanza de Tucson, aludiendo a la cuestión de fondo que estos días enfrenta a los líderes demócratas y republicanos. No obstante, admitió que sucesos de este tipo suelen repetirse cíclicamente sin que ello tenga una explicación clara.
“La verdad es que ninguno de nosotros puede saber exactamente qué motivó este ataque salvaje. Ninguno de nosotros puede saber con certeza lo que podría haber evitado esos disparos o qué pensamientos atraviesan la cabeza de un hombre violento”, asumió.
A su llegada a la ciudad, Obama se dirigió al Centro Médico Universitario, donde permanecen ingresados seis de los catorce heridos en el tiroteo, entre ellos Giffords, quien, al parecer, abrió los ojos tras la visita del mandatario, después de permanecer varios días en coma inducido.
“Gabby ha abierto sus ojos. Así que puedo deciros que ella sabe que estamos aquí, sabe que la queremos y sabe que estamos animándola en lo que sin duda va a ser una dura jornada”, anunció Obama ante un auditorio que rompió en aplausos al conocer la noticia de la mejora de la política demócrata, informa el diario The Washington Post.
En alusión a la figura de Giffords, el presidente se solidarizó con todas las víctimas del suceso, asegurando que “representan lo mejor de Estados Unidos”. “Quiero que nuestra democracia sea mejor de lo que ella imaginó [...] Pongamos nuestras manos sobre nuestros corazones y comprometámonos como ciudadanos estadounidenses a forjar un país orgulloso de su espíritu afable y feliz”, urgió.
Esta llamada a la reconciliación del presidente Obama contrasta con la respuesta de la ex gobernadora de Alaska y ex candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos Sarah Palin, quien ha mostrado una postura más defensiva y de justificación de su forma de hacer política.
Palin ha respondido a través de un comunicado a las acusaciones que ha recibido de ser una de las responsables de la tragedia por su postura política, defendiendo que cada uno es “responsable de sus actos”.
“Como muchos, he pasado los últimos días reflexionando sobre lo que ocurrió”, ha señalado Palin en referencia al tiroteo. “Tras esta tragedia impactante, escuché en un primer momento perpleja, luego con preocupación y actualmente con tristeza, las declaraciones irresponsables de personas que intentan responsabilizarme de este terrible acontecimiento”, prosigue en su comunicado, que ha difundido a través de su perfil en Facebook.
En este sentido, la ex gobernadora ha recordado unas palabras del ex presidente republicano Ronald Reagan quien dijo que “debemos rechazar la idea de que cada vez que se viola la ley, la sociedad es culpable y no el infractor” y que “ha llegado el momento de restaurar el precepto americano de que cada individuo es responsable de sus actos”.
Según Palin, “los actos criminales monstruosos se sustentan por sí mismos, empiezan y terminan en los criminales que los cometen, no colectivamente en todos los ciudadanos de un Estado, no en aquellos que escuchan la radio, no con mapas de distritos cambiantes [entre partidos] usados por ambos bandos, no en ciudadanos que acatan la ley ejerciendo los derechos de la Primera Enmienda en los actos de campaña, no en aquellos que orgullosamente votaron en las últimas elecciones”.
Además, ha advertido de que inmediatamente después de la tragedia “periodistas y expertos no deberían fabricar una calumnia de sangre que sirve sólo para incitar al odio y la violencia que pretenden condenar”. En este sentido, Palin, una de las caras más visibles del ultraconservador Tea Party, ha considerado que “en el momento en que nuestros valores son puestos en entredicho debemos permanecer resueltos a protegerlos”.
El comunicado de Palin se ha visto reforzado por otro emitido por Sharron Angle, la ex candidata del Tea Party que intentó arrebatar su escaño en las pasadas elecciones al líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Harry Reid, después de que en los últimos días se hayan retomado sus declaraciones durante la campaña en la que abogó por “remedios” amparados en la Segunda Enmienda, la que permite que los estadounidenses tengan armas.
En su comunicado, recogido por The Washington Post, Angle ha condenado el ataque del sábado, que calificó de “tragedia horrible y sin sentido” que “debería condenarse como un acto aislado de violencia, por un individuo aislado inestable”.
“Ampliar el contexto del ataque para responsabilizar e imputarlo a las libertades constitucionales de los ciudadanos es tanto peligroso como ignorante”, ha defendido esta miembro del Tea Party. “El responsabilizar de forma irresponsable a mí, a Sarah Palin o al movimiento Tea Party por parte de periodistas y cargos electos pone a todos aquellos que tratan de corregir las quejas en peligro”, ha añadido.
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