Derrota doméstica diez meses después

Casi un año ha pasado desde que el Logroñés encajara su última derrota en el Municipal de Las Gaunas. Este domingo el equipo de Quique Setién, que hasta la fecha se había mostrado solvente en casa, no pudo con el Lemona y cayó, por primera vez en la temporada, ante su afición (2-1).

La derrota deja al Logroñés en una situación comprometida. Ha caído por primera vez en la temporada a puestos de descenso. Es, con 14 puntos, decimoctavo (igualado con Osasuna B y Valladolid B) y está a un punto de la salvación directa. Además el calendario no es propicio para los blanquirrojos que jugarán las dos próximas semanas a domicilio ante Guijuelo, primero, y frente al Guadalajara siete días después.

La derrota ante Lemona es, sobre todo, una derrota psicológica. El equipo, lastrado clasificatoriamente por su incapacidad a domicilio, ha visto como casi un año después, jugar en Las Gaunas no era sinónimo de puntuar. Y es que la última derrota de los blanquirrojos en Logroño databa del pasado 21 de enero.

Fue en la jornada 20 del curso 2006/07 ante el Marino, siete días después de haber iniciado la segunda vuelta con otra derrota (ante el Burgos). Desde que los asturianos se llevaran los tres puntos, nadie lo había vuelto a conseguir. En la segunda vuelta del curso anterior, además de las dos derrotas iniciales, los blanquirrojos ganaron cinco encuentros en Las Gaunas (Logroñés CF, Zamora, Amurrio, Universidad de Oviedo y Real Sociedad) y empataron los otros tres (Barakaldo, Palencia y Alfaro).

Con un equipo renovado el Logroñés arrancó la presente temporada mostrando un juego fluido y, por momentos atractivo, que ha ido perdiendo con el paso de las jornadas. No obstante en casa (fuera sólo ha sumado dos puntos) había conservado doce de los 18 puntos que puestos en juego gracias a los empates ante la Cultural Leonesa (3-3), Logroñés CF (1-1) y Ponferradina (1-1) y las victorias sobre Real Unión (3-1), Conquense (1-0) y Palencia (2-1). La visita del Lemona, que llegaba sin saber ganar a domicilio, fue la que puso el punto y final a la fortaleza de Las Gaunas.