El Mallorca, semifinalista

El tanto logrado en el Ono Estadi fue suficiente para que los de Gregorio Manzano accedan a la antesala de la final, olvidando así por unos momentos las penurias ligueras. Unas penurias que se incrementan en un Betis ramplón, cuya única meta hasta final de temporada será asegurar la permanencia.

El Betis apenas ofreció argumentos ofensivos para equilibrar la eliminatoria. De hecho entregó cuarenta y cinco minutos, los primeros, en los que no pareció ser el equipo necesitado, el que debía resucitar el choque.

Un Mallorca más fresco, también de mente tras su estética victoria frente al Valencia, se posicionó mejor y se aproximó al área bética con relativa frecuencia. Tampoco el riesgo era excesivo pero un disparo de Varela, ex del Betis, obligó a Aouate. En la portería contraria, los locales sólo encontraron soluciones a su atasco en una gran jugada personal de Sergio García que acabó rematando alto Emaná.

El Betis, al menos, mejoró en el segundo acto, consciente de la urgencia de marcar un gol. Tampoco fue capaz de elaborar en la zona ancha y sus aproximaciones se debían a la pelea aérea de los balones largos. Los de Chaparro se beneficiaron de un Mallorca que se echó atrás, confiando la eliminatoria a su defensa.

Los verdiblancos rondaron el empate en un par de ocasiones, ambas de Sergio García. La primera en un remate defectuso tras jugada de Juanma y la segunda en un disparo que se marchó alto. Pese a los últimos arreones a la desesperada del Betis, los bermellones tampoco pasaron excesivos apuros ante un desdibujado Betis, que repitió la sensación de impotencia de partidos anteriores y se queda fuera de las semifinales coperas.