El presidente de Yemen, dispuesto a “resistir”
Alí Abdulá Salé asegura que “la gran mayoría del pueblo” apoya “la seguridad, la estabilidad y la legitimidad constitucional” y que los “organizadores del caos, la violencia, el odio y el vandalimo” son “unos pocos”.
El mandatario ha hecho estas declaraciones durante un encuentro con jeques, dirigentes sociales, jóvenes y miembros de los consejos locales de los distritos de Safan y Manaja, en la provincia de Saná.
Salé ha declarado también que está dispuesto a “resistir”. Aparte va a pedir la mediación de Arabia Saudí en la crisis que vive el país.
Alí Abdulá Salé perdió este lunes pasado el apoyo de importantes elementos de su régimen, entre ellos decenas de miembros del Ejército, varios embajadores, el principal dirigente tribal y el gobernador de la segunda provincia más importante del país, Adén (en el sur).
Entre los numerosos militares que se han declarado en rebeldía contra Salé se encuentra el destacado general Alí Mohsen al Ahmar, jefe de la región militar occidental y de la primera división acorazada, un viejo aliado del presidente y veterano de las guerras civiles del país, a quien las organizaciones de Derechos Humanos han acusado en el pasado de perpetrar crímenes de guerra.
Muchos de los altos cargos que se han enfrentado a Salé son familiares o personas muy próximas al presidente y buena parte de los militares rebeldes estaban vinculados a la Guardia Presidencial o a las Fuerzas Especiales.
Por su parte, el gobernador de Adén, Ahmad Qaatabi, ha dimitido esta semana en “protesta por lo que está sucediendo en el país”. Se da la circunstancia de que Qaatabi había sido nombrado por Salé a principios de este mes, en pleno proceso de movilizaciones.
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